Gritó “¡No me tomó el voto!. ¡No me tomó! y desató una batalla campal que incluyó gritos, empujones, insultos y hasta el anunció de la oposición de que hubo fraude en la votación del proyecto de reforma de la Justicia impulsado por el Gobierno.
La encargada de desatar la furia entre opositores y oficialistas fue la diputada por el Movimiento Popular Neuquino, Alicia Comelli, quien cuenta con mandato hasta 2015 y responde al gobernador Jorge Sapag, que en la actualidad brinda un moderado respaldo a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
La legisladora había revelado a algunos periodistas y asesores su preocupación por la amenazas que había recibido en los últimos días en su teléfono celular donde le advertían que “sabían donde vivía”. Aunque no reveló detalles del contenido de los mismos, precisó que buscaban cambiar su postura respecto del proyecto para cambiar la Justicia.
"Los voy a bajar con mis abogado y un escribano, fueron mensajes amenazantes en los que me dijeron que sabían dónde vivo", precisó y adelantó que presentará una denuncia con sus abogados.
Respecto a la reforma de la Justicia, Comelli había considerado que “Si queremos reformar el poder judicial para hacerlo más democrático es oportuno sumar dos propuestas concretas al debate: una para ampliar un derecho y garantía constitucional como lo es el recurso de amparo y la otra para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación fundamente el porqué del rechazo de los recursos extraordinarios y en queja, ya que como parte integrante del Estado Constitucional de Derecho tiene la misma obligación que cualquier funcionario público de dar las razones que sostengan sus decisiones”.