Un informe sobre el aumento de los costos de la industria metalúrgica disparó este fin de semana una polémica sobre la incidencia de las tarifas de la energía eléctrica y los subsidios.
La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) informó este domingo que el Índice de Costos Metalúrgicos (ICM) registró un aumento de 51,1% en 2019 y señaló a la Energía como uno de los principales factores, tras una suba de 46%.
"En el período que va desde 2015 a la actualidad, los principales rubros metalúrgicos presentaron un comportamiento muy similar. Sin embargo, el sector fundición se destaca por encima del resto, producto del fuerte peso del uso de la energía en su proceso productivo", señala el estudio coordinado por los licenciados Tomás Canosa y Noelia Abbate, entre otros economistas.
"Dentro de la estructura de costos metalúrgica de los últimos cuatro años, la Energía eléctrica lideró los incrementos, seguido por la suba de los principales insumos que utiliza el sector metalúrgico en su proceso de fabricación", agrega el informe.
Ante esto, la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera) replicó con otro informe que elaboró la consultora Economía & Energía, y del que dio cuenta hace meses El Cronista.
Allí, indican que "en 2018 el gasto medio en energía eléctrica sobre la facturación bruta de las principales 500 grandes empresas del país representó un 1,5% para los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), que compran a través del mercado mayorista, y 0,9% para los Grandes Usuarios Distribuidor (GUDI), que le compran directamente a la distribuidora".
"Entre 2004 y 2018 la incidencia del costo de la energía eléctrica sobre el Valor Agregado de la economía pasó del 2,9% en 2004 a 4,6% en 2018. Y en ese mismo lapso la incidencia del costo eléctrico creció un punto porcentual del Valor Bruto de Producción nacional, para ubicarse en el 2,4% de la facturación bruta en la actualidad", contestaron al estudio de ADIMRA.
En ese informe que muestran las distribuidoras y que tienen siempre a mano para atender las críticas, además de apuntar contra los altos impuestos en la cadena, insisten en que "en la comparación regional, las tarifas eléctricas del segmento comercial e industrial de Argentina son, en promedio, un 22% y un 25% más bajas que en el resto de la región".
En el estudio que realizó Paulo Farina, se postuló que "a nivel sectorial, el Costo unitario real de la energía eléctrica presenta gran dispersión, con mínimos del 0,1% para el sector Agropecuario, máximos del 6% para las ramas industriales electro intensivas, y promedio de 1,4%"
"Adicionalmente, podemos mencionar que el precio mayorista de la energía que pagan los usuarios del aún se encuentran subsidiados en un 45% a 50 % y que la carga impositivas del sector asciende al 46%", dijo Claudio Bulacio, gerente de Adeera.