Como si nada hubiera pasado. Mientras todavía no llegan números finos del impacto en la opinión pública del escándalo, en un Gobierno que no mira tanto las encuestas como sus antecesores, la estrategia oficial para sobrellevar el golpe de la revelación del cumpleaños clandestino de la primera dama, Fabiola Yáñez, en 2020 en la quinta de Olivos, es seguir con la misma agenda.
Como estaba previsto antes de la difusión de la foto, después de admitir el error pero no pedir disculpas en Olavarría, Alberto Fernández estará mañana en La Matanza. Hace días que en la intendencia de Fernando Espinoza preparan la puesta en marcha del Centro Universitario de la Innovación (CUDI), que funcionará en González Catán. Incluso se llegó a especular con la presencia de Cristina Fernández de Kirchner.
"Nunca estuvo previsto", argumentan cerca de la Vicepresidenta, sin ocultar el enojo por las versiones a las que les asignan una intencionalidad. "Así después informan que Cristina no fue a un lugar que nunca pensó ir y dicen que lo dejó plantado a Alberto", completaron. La aparición de la foto del festejo en Olivos no ayuda a aplacar las visiones conspirativas.
Sin compartir escenario en La Matanza, bastión del PJ, la esperada cita conjunta sería el martes, con un evento previsto en Avellaneda, tierra del cristinista Jorge Ferraresi, que dejó la intendencia para asumir el Ministerio de Desarrollo Territorial. Un buen celestino para un nuevo reencuentro de la fórmula presidencial de 2019.
A un mes de las PASO, la Vicepresidenta se sumó a la campaña la semana pasada, con una única aparición pública en un traumático cierre de listas para intentar acomodar la interna santafesina que eyectó a Agustín Rossi del gabinete. En su último acto, otra vez en Lomas de Zamora, Cristina Kirchner puso en la marquesina el reproche en Twitter de La Cámpora a su cuenta colega del PJ Nacional por haber posteado una foto de la celebración de 2019 sin ella. Lo que era una polémica 2.0 tomó otro volumen.
Claro que las intrigas palaciegas, enmarcadas en las tensiones ya propias de la dinámica de la coalición oficialista, terminó deglutida por el escándalo del Olivosgate. Desde el Instituto Patria ordenaron cerrar filas en torno a la figura presidencial, cuando la primera reacción opositora fue mencionar un juicio político. De nuevo fue La Cámpora, en sus redes, que reprocharon esta vez otra foto, una de Mauricio Macri cenando en el mismo comedor de la residencia oficial con Christine Lagarde del FMI.
El respaldo de Cristina Kirchner, en 24 horas, ya no sólo será virtual. "Los trapitos sucios se lavan en casa", esgrimieron en un despacho al destacar el rápido cambio de actitud de la Vicepresidenta. Nadie descarta que la foto generó malestar puertas adentro del Patria.
El operativo por el control de daños por ahora no fue exitoso, con una Casa Rosada que descuentan que habrá réplicas opositoras del terremoto con novedades el pedido de juicio político que no imaginan posible en el Congreso, y una causa judicial, en la que el propio Presidente cree que a lo sumo le corresponde una multa por incumplir su DNU.
Un giro en la trama se instaló con una sugerente posteo de Yáñez que alimentó versiones de un embarazo.