El presidente Javier Milei cerró este miércoles la jornada del Encuentro de Líderes 2025 que organizó El Cronista y desarrolló un análisis sobre los logros del Gobierno sobre tres ejes clave: el análisis económico, las bandas cambiarias y la acumulación de reservas. “Si yo hubiese sido peronista, la mitad de las calles tendrían mi nombre”, sentenció al repasar sobre los logros de su modelo económico, que revalidó que se encaminará eventualmente a un esquema de libre flotación del dólar.

Se trata del evento anual que reúne a los líderes empresariales del país y las principales figuras del sector público nacional para abordar estrategias de crecimiento, desarrollo y éxito organizacional, en pos de analizar tanto los desafíos del pasado como las oportunidades futuras. “Para mí es un placer estar acá”, agradeció el Presidente, que comenzó su alocución con un reconocimiento a Christian Findling, el CEO de El Cronista, y a Hernán de Goñi, el director periodístico del diario, para después dar una charla dividida en tres bloques.

En un primer punto, hizo foco en que muchas veces “los economistas son parte del problema, no de la solución”. En ese sentido, apuntó contra las mediciones enfocadas en el tipo de cambio real y el Índice de Precios al Consumidor, y la usual comparación de su gestión con la de Mauricio Macri, a la cual criticó por el endeudamiento.

“¿Qué es la parte que coincide con el 2017? Nunca se hizo el ajuste fiscal. El gobierno de Macri en vez de hacer el ajuste, aumentó el déficit fiscal y nunca lo corrigió, solo con endeudamiento. Nosotros hicimos un ajuste de 15 puntos del PBI. Tenemos equilibrio fiscal, a penas déficit de la cuenta corriente, que además está generada por inversión privada”, comparó.

“Estar mirando todo el tiempo de cambio real es muy precario intelectualmente”, siguió. “Dejar de lado el equilibrio fiscal es dejar de lado el elemento que explica 20 de 22 crisis que ha tenido la Argentina desde el 1900 hasta ahora. Me parece caprichoso elegir un conjunto de los precios para hacer ese cálculo, tiene un problema de análisis de equilibrio fiscal”, sostuvo.

En su catarsis contra los consultores económicos -“que no son los que toman las decisiones, y por eso le erran hace dos años”-, se involucró de lleno en la situación económica del país y sostuvo: “No somos dogmáticos, no queremos ver más la inflación en la Argentina”. En esa línea, determinó: “Lo que va a determinar la tasa de inflación es la regla monetaria. Nuestra regla monetaria es emisión cero, o en otros contextos, exceso de oferta cero”.

“¿Cuál es el problema de la Argentina? Las expectativas que los argentinos no las forman de acuerdo a un modelo de expectativas razonables: lo hacen mirando el dólar. No me la voy a agarrar con los argentinos, a mí me pusieron para resolver el problema, y si no que no me renueven el contrato”, sumó.

“Que suban los precios va a depender de que haya convalidación monetaria: en 80 años vivimos en convalidación monetaria a raíz del déficit fiscal. Por lo tanto, cuando afloraba el problema de la crisis de confianza, caía la demanda de dinero, compraban dólares, subía el precio del dólar, de los precios transables, y por último los salarios”, explicó. “No se tienen que enojar con las consecuencias sino con las causas”, agregó.

En esta línea, introdujo su segundo bloque y Milei defendió el esquema de bandas cambiarias. “Las bandas están para ponerle un límite a la volatilidad. Como nosotros creemos en la libertad, las bandas se abren en el tiempo. En algún momento van a estar tan abiertas que sea un tipo de cambio libre, pero ustedes no pueden ganar una carrera si recién están aprendiendo a gatear”, apuntó.

Además, cuestionó a quienes responsabilizan al salvataje de Estados Unidos por la estabilización en los mercados y aseguró que siempre se trató del “Riesgo Kuka”. “¿Toda la explicación es el apoyo de Estados Unidos? Ponele que usamos el 5% del swap. Quiero que repasen lo que hizo el Congreso de la Nación sancionando 40 leyes destinadas a romper el programa económico. Necesitan lavar las culpas de los errores que cometieron y cargarlo todo en un elemento exógeno. ¿De qué me estás hablando? Porque antes de todo ese proceso, el riesgo país estaba abajo de 600. No paramos de hacer cosas: saneamos el activo y el pasivo del BCRA, y aún así el riesgo país seguía subiendo”, apuntó.

En otro orden, refirió a la acumulación de reservas como último bloque. “Este debate no está planteado de la manera correcta. Si yo tuviera tipo de cambio plenamente flexible por definición la variación de reserva es cero. Es decir, pedir tipo de cambio flexible y pedir acumular reservas es una contradicción de los términos”, introdujo. En ese sentido, defendió que no iba a comprar reservas con emisión porque eso iba a afectar a los más pobres. “No voy a generar una crisis para solucionar una crisis”, sentenció.

“A veces requiere también de conocimiento para poder entender los contrafácticos. Ahora, como nosotros no nos enojamos con la realidad, la tomamos como es. Entonces, okey, yo no tengo rollover, tengo que tener reservas. Entonces, si tengo que tener reservas, entonces chequeo si tengo para pagar o no. Y si las uso para pagar, entonces, si tuviera un problema de que me voy al borde de la banda, no la puedo defender. Esa es la discusión”, determinó.

“Para eso necesitamos volver al mercado, y tenemos alta confianza de que lo vamos a hacer, porque el pago es para enero. Así es que en ese sentido nosotros vamos a honrar las deudas, y esperemos que mejore la calidad del análisis económico en la Argentina y no haya que estar explicando que 2 + 2 es 4″, agregó.

Antes del primer mandatario, también disertó el ministro de Economía, Luis Caputo; el ministro el Interior, Diego Santilli; y el secretarios de Desregulación, Alejandro Cacace.

El titular del Palacio de Hacienda, que realizó la apertura de la jornada por la mañana, regresó al evento a las 19 para presenciar el discurso del Presidente junto con la secretaria general de la presidencia, Karina Milei; y el exsecretario de Finanzas y actual ministro de Relaciones Exteriores, Pablo Quirno; el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Vladimir Werning; y la diputada de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine.

El primer mandatario arribó junto a su equipo al predio de La Rural luego de asistir a la semifinal de la 132º edición del Abierto Argentino de Polo, en la que se enfrentaron La Natividad La Dolfina y UAE Polo en el Campo Argentino de Polo. Fue invitado por Adolfo Cambiaso. Más temprano, había asistido a la jura de los diputados electos en el Palacio Legislativo.

Por caso, no fue un día cualquiera para el Gobierno, ya que este miércoles Milei inauguró algo que hasta hace unos meses era impensado -mucho menos cuatro años atrás, cuando él conformaba una de las dos bancas libertarias en el Congreso-: con el recambio legislativo de este año, La Libertad Avanza se convirtió en primera minoría en la Cámara baja con 95 diputados.

El hito violeta es resultado del trabajo fino liderado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en el armado partidario a nivel nacional, y la búsqueda de consensos que lideró el titular de Diputados, Martín Menem, junto con el ministro del Interior, Diego Santilli, para conseguir que los aliados del Congreso se sumen a las filas libertarias.

El gesto que terminó de inclinar la balanza fue anoche, cuando el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, aportó con su diputado Francisco Morchio para que se pase del bloque Encuentro Federal a La Libertad Avanza. La bancada también se compone por los radicales que se habían distanciado el año pasado del bloque oficial para sostener los vetos de Milei, los diputados exPRO que responden a Patricia Bullrich y liberales amarillos que se alinearon con LLA, como Alejandro Bongiovanni y Verónica Razzini.

Frente a este contexto, el Presidente ahora se encamina con un músculo político engrosado a llevar adelante las medidas que hasta ahora habían sido frenadas u obstaculizadas en el Congreso. De por sí, los vetos presidenciales ya no temblarán en solidez parlamentaria, pero además se encamina a construir las mayorías necesarias para llevar adelante las anticipadas reformas estructurales que anticipó para este segundo tramo de mandato.

Frente a este contexto, el Presidente ahora se encamina a llevar adelante las medidas que hasta ahora habían sido frenadas u obstaculizadas en el Congreso. De por sí, los vetos presidenciales ya no temblarán en solidez parlamentaria, pero además se encamina a construir las mayorías necesarias para llevar adelante las anticipadas reformas estructurales que anticipó para este segundo tramo de mandato.

El tema no escapó la disertación del Presidente, quien refirió a la cuestión política para el final de su disertación. “Creemos que tenemos una oportunidad enorme, hemos dejado atrás el “Riesgo Kuka”. Si la elección de octubre hubiese sido Presidencial, el resultado hubiese sido primera vuelta”, destacó al cierre, en donde además subrayó la implicancia de la Boleta Única de Papel (BUP).

“No solamente nos permitió el tercio en Diputados para defender los vetos. Habían 127 bancas en juego y nosotros ganamos 64. Sacamos más del 50% de las bancas disponibles en Diputados y eso hoy nos permitió que Martín Menem sea el presidente de la Cámara de Diputados por dos años más y somos nosotros los que vamos a manejar las comisiones en el Congreso”, destacó.

“De las 22 bancas que había en juego en el Senado, nosotros ganamos 13. No solo tenemos 20 senadores, sino que además perdió la mayoría el peronismo. Tenemos la posibilidad de tener el Congreso más reformista de la historia. Vamos a ir hasta el hueso hasta ser la Argentina el país más libre del mundo”, agitó.