En medio de rumores que aseguran que Mauricio Macri está de salida de la conducción del PRO, enfáticamente desmentidos por su entorno, el Consejo Nacional del partido amarillo se reúne hoy en la sede de Balcarce, el edificio que compró hace diez años el exsenador José Torello. En ese entonces, el amigo del expresidente se mostraba tan confiado como exultante: “Vinimos para quedarnos”.

“Tenemos el desafío de volver a ser una alternativa. ¿Por qué no podemos hacerlo? Soy optimista y es un camino que ya lo conocemos. La identidad del PRO está”, dijo Soledad Martínez en la reunión durante su presentación.

A su turno, Guillermo Dietrich aseguró que desde el inicio el propósito del PRO “nunca estuvo en duda”.

“Nunca nos preguntábamos qué éramos, lo único que importaba era transformar la vida de la gente. Ese es nuestro ADN y lo único que nos reconocen”, indicó el exfuncionario de transporte.

El encuentro arrancó a las 10, con medialunas de Atalaya sobre la gran mesa cuadrada, donde se han discutido a fondo los difíciles posicionamientos de este tiempo, con sus dirigentes divididos ante LLA, el partido que los quiere, pero “arrodillados” y de a uno. Es una reunión presencial, la primera desde las elecciones del 26 de octubre, y la última del año.

La asunción de Diego Santilli como ministro del Interior es una prueba de la fractura dentro del PRO. No estaban Macri ni María Eugenia Vidal. En realidad, nadie los invitó. Se trató de una ceremonia para los familiares y amigos, donde por lo visto no califican. En cambio, sí dijeron presente todos los intendentes bonaerenses del PRO, incluso Diego Valenzuela, que ya se hizo violeta. Al Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, no se lo vio, ni a nadie de CABA.

No hubiera estado mal que Mauricio asistiera. Lo habría incomodado al Colo pero también a (Javier) Milei, pero Mauricio no va donde no es bienvenido, no juega con esas cartas”, dijo un viejo amigo, consultado por El Cronista.

Hay algunos asuntos que requieren cierta urgencia como la situación del distrito de Córdoba, que fue intervenido por la conducción nacional, pero su titular, Oscar Agost Carreño, logró resistir con el respaldo de la justicia cordobesa. Su mala perfomance electoral lo deja ahora muy debilitado.

En general no le fue bien al PRO en los distritos donde no fue en alianza con LLA, como el caso de Chubut y Río Negro. Pero salió airoso por ejemplo en CABA y Entre Ríos, lo que asegura que la nueva política de alianzas que empezará a discutirse se teñirá de violeta.

Por estatuto, las autoridades nacionales tienen cuatro años de mandato. La actual conducción lleva dos años, y aunque son muchos los que ven a un Macri sin ganas de continuar al frente del partido que fundó y lidera, es difícil -por personalidad- que tome la decisión de dar un paso al costado.

Según confirmaron fuentes oficiales del partido amarillo, están presentes Mauricio Macri y Soledad Martínez como presidente y vicepresidenta respectivamente.

También llegó el secretario general Facundo Pérez Carletti, el jefe de gobierno Jorge Macri y la diputada nacional María Eugenia Vidal.

Además, llegaron los amarillos más violetas, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro.

En este sentido, también se unieron los diputados Silvia Lospennato, Martín Yeza, Fernando de Andreis, Antonela Giampieri, Florencia de Sensi, Martín Maquieyra, José Núñez, María Sotolano, Sofía Brambilla, Javier Sánchez Wrba, Gisela Scaglia y Martín Ardohain. Así como también los senadores Alfredo de Angeli, Martín Goerling, Victoria Huala.

Por último, llegaron dirigentes del interior como Juan Martín (Río Negro), Humberto Schiavoni (Misiones), Gabriel Pradines (Mendoza), Julio Sahad (La Rioja), Adela Arming y Soher el Sukaria (Córdoba)

Finalmente, están presentes los legisladores CABA: Darío Nieto, Patricia Glize, Paola Michielotto, Matías López, entre otros.