Luego de que las conversaciones para implementar los aumentos en las cuotas de la medicina prepaga permanecieran congeladas por varias semanas, el Gobierno comenzó a abrir nuevamente la puerta. Hoy, durante su habitual charla matinal, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que “la Superintendencia de Salud tiene que propiciar un acuerdo con las instituciones de provisión de servicios de medicina prepaga y prestadores de servicio de salud. En el transcurso de hoy tendrán novedades al respecto".
Esa novedad llegó durante las primeras horas de la mañana y, si bien no se hizo de modo oficial, El Cronista pudo saber que existió.
El llamado habría corrido por cuenta de Liliana Korenfeld, la superintendente de Servicios de Salud de la Nación.
La propuesta del Gobierno, de todos modos, no cayó bien entre los diferentes protagonistas del negocio de la salud privada. Se ofreció la aprobación de un incremento del 9%, con lo que se pretendía que se firmaran las paritarias con el sindicato de la Salud y se levantara la medida de fuerza.
Lo que no quedó claro es si luego se podría aplicar otra suba, o si ese era el único porcentaje que estaría autorizado para este año.
“Para nosotros fue una falta de respeto. Estamos pidiendo una suba en las cuotas del 30%, frente a paritarias que superan esa cifra, y nos ofrecen un 9%. No podemos aceptar eso”, confió ante El Cronista uno de los referentes del mercado.
Durante las próximas horas se espera que se comiencen a producir avances significativos en este sentido, ya que hay de por medio una amenaza por parte de clínicas y sanatorios de repetir la medida de fuerza la semana que viene, aunque en ese caso por 48 horas y entre miércoles y jueves.
En el sector insisten con la necesidad de encarecer sus precios un 30%, aunque desde el Gobierno –que prepara una nueva oferta para hacer clínicas y prepagas- no estarían dispuestos a llegar a esa suma.
El último aumento que autorizó la Superintendencia de Salud a las prepagas fue en marzo pasado.
En aquella oportunidad las empresas pedían un 10% en las cuotas, aunque el Gobierno las autorizó a moverlas un 5,5% en “compensación” por la devaluación.
Así, durante el último año el costo de la medicina privada creció un 34,5 por ciento.
Las prepagas piden no sólo que las cuotas acompañen las subas salariales sino que, además, los retoques se impongan de acuerdo con los tiempos que se dispongan para los incrementos en los sueldos.