La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó el crecimiento previsto para Argentina este año a 4,2% -contra el 4,5% previsto en septiembre. En tanto, prevé que las presiones inflacionarias, si bien desaceleran, persisten.

En su informe OECD Economic Outlook, el organismo al que busca entrar la Argentina como socio pleno, marca la moderación de la inflación, el cierre de déficits y dinamismo sectorial en energía y minería. Ese proceso convive con un crecimiento que se enfrió y con episodios de tensión cambiaria que reintroducen riesgos latentes, afectando la velocidad de la recuperación.

Los datos del informe muestran un PBI real +4,2% en 2025, del +3% en 2026 y del +3,9% en 2027 frente a una etapa previa de desaceleración (OCDE). La actividad cayó 0,1% en el segundo trimestre de 2025, con demanda interna -0,7% contra el trimestre anterior. La inflación anual se ubicó en 31,8% interanual en septiembre, con repunte leve pese a la depreciación.

El motor, según el organismo, será un mix de inversión y exportaciones impulsado por un “entorno más amigable para los negocios”, regulaciones menos pesadas y un sector de energía y minería dinámico. 9f653ca1-en (1) (1)

El diagnóstico tiene luces y sombras. La OCDE destaca que “la inflación ha venido bajando” y que se cerraron los déficits fiscales, pero advierte que el crecimiento se debilitó recientemente y que las presiones sobre el tipo de cambio expusieron “vulnerabilidades macroeconómicas” y incertidumbre política.

En cuanto al consumo, la OCDE marca que la confianza del consumidor se mantiene baja y las ventas en supermercados caen de forma consistente desde abril. Pese a eso, el mercado laboral “permanece resiliente” y los salarios reales continúan recuperándose, aunque a un ritmo menor

Efecto Bessent

En el frente externo, el arancel del 10% aplicado por EE.UU. tendría un impacto “contenido” porque su participación en las ventas externas es del 9%, mientras que el swap por USD 20.000 millones aparece como refuerzo esperado de reservas.

En su lectura, la OCDE afirma que la inflación “ha venido bajando”, aunque advierte que las presiones sobre el tipo de cambio exponen “vulnerabilidades macroeconómicas”. También sostiene que el mercado laboral se mantiene “resiliente”, con salarios reales en recuperación, y que el pass-through “parece haberse debilitado”, pese a la volatilidad cambiaria reciente.

El cuadro resultante combina superávit fiscal, tasas reales altas y control de agregados, condiciones que reducen el riesgo inflacionario pero aumentan la sensibilidad del balance externo. La dinámica del dólar —intervenciones, acumulación más lenta de reservas y episodios de presión— condiciona la consistencia del programa aun cuando el impacto comercial directo de nuevos aranceles sea limitado.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China impacta en todo el mundoFuente: ShutterstockShutterstock

Según la OCDE, sostener el sendero requiere un cumplimiento de reformas tributarias y simplificación regulatoria. Para que el crecimiento no quede concentrado, se necesitará una agenda que combine reformas regulatorias para fortalecer la competencia interna y promover el comercio internacional.

La validación del rumbo fiscal con superávits previstos para 2025-2027 será el punto clave para monitorear la continuidad del orden macroeconómico.