Este viernes los senadores electos en octubre tomaron juramento en el Senado en una sesión que colisionó varios focos de conflicto interno: la tensión entre los Milei y la vicepresidente, Victoria Villarruel, volvió a mostrar estragos, la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tuvo su primer gesto de territorialidad con la vice, y el Gobierno ya perdió la primera batalla de esta segunda etapa con el pliego de la senadora electa Lorena Villaverde.

La secretaria general de la presidencia, Karina Milei, inauguró pie en la Cámara alta junto al jefe de Gabinete, Manuel Adorni, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el asesor Eduardo “Lule” Menem”, quienes presenciaron los juramentos desde el palco central del recinto. De entrada eso generó un primer cruce, ya que en el Gobierno reclamaron que Villarruel puso resistencia para dejarlos pasar.

Quisieron pero no pudieron”, aseguraron las fuentes al Cronista. Del otro lado, en el Senado no lo niegan ni lo afirman: “No tengo constancia de eso, pero no creo que se les haya negado el acceso”, alegaron cercanos a la presidenta del Senado.

Con la llegada de los invitados y los senadores, se prendió otra alarma en La Libertad Avanza: la llegada de la rionegrina Villaverde. Anoche decidieron que el diploma de la actual diputada no iba a ser votado en el Senado esta mañana porque el oficialismo no consiguió el respaldo de la Unión Cívica Radical para obtener los 36 votos. El retiro de su pliego fue propuesto por el jefe de la bancada radical, Eduardo Vischi.

Villaverde apareció hoy de todos modos. Llegó al Senado con sus hijos, reclamó que no la “dejaban” jurar e incluso se sentó en una banca hasta que la libertaria de Neuquén, Nadia Márquez, le hizo gestos para que se retirara del recinto. Bullrich se le acercó para explicarle que no podía estar en el hemiciclo -sus gesticulaciones dictando órdenes fue notoria durante toda la previa- y, acto seguido, se sentó en la banca que dejó Villaverde.

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Con todo, al final de la sesión Bullrich pidió la palabra y no se la dieron porque en la reunión de labor parlamentaria habían acordado que no iban a haber discursos políticos. Para no quedarse con el reclamo atragantado, se acercó directamente hacia Villarruel para decirle que “sea pareja con todos” porque habían senadores de la oposición que habían llevado a decenas de invitados y no 3, como se había acordado, mientras que otros tuvieron problemas para ingresar a solo uno.

Hay que respetar la ley y se lo voy a decir en la próxima sesión”, dijo ante El Cronista a la salida de la sesión. Según precisó la senadora a la prensa, Villarruel respondió excusándose con que había mucha gente y podía ser dificultoso organizar.

El único apartamiento que se dio de la jura y que fue acordado en labor fue la designación del secretario administrativo, un cargo clave que maneja la caja del Senado y que Villarruel orquestó con Bartolomé Abdala, presidente provisional y senador de LLA, y Unión por la Patria para ocuparlo antes del recambio legislativo.

En realidad, las autoridades de la Cámara se votan en la sesión preparatoria que, por reglamento, se hace en febrero. Este nombramiento ya había generado conflictos porque Emilio Viramonte Olmos, a quien votaron este año para ese cargo, renunció a los pocos días porque Villarruel no le dejaba poder de decisión en la secretaría. La vice acordó para apurar su reemplazo en esta sesión para que Bullrich no pueda incidir en las autoridades de la Cámara y fue electo Alejandro Fitzgerald, un histórico empleado del Senado.

¿Qué va a pasar con Villaverde?

La novela por la impugnación de la rionegrina que surgió a partir de que el peronismo la acusara de tener vínculos con el narcotráfico escaló inesperadamente durante los últimos días, cuando en un efecto cadena los radicales se rehusaron a aprobar su título este viernes y, consecuentemente, los gobernadores aliados también bajaron el pulgar. LLA solo contaba con apoyo del PRO y las ausencias de Alejandra Vigo (Córdoba) y Edith Terenzi (Chubut): no alcanzaba.

El plan del Gobierno, por propuesta de Vischi, fue dejar de lado su pliego y apostar a aprobarlo con la nueva composición de la Cámara. Su diploma volverá a la comisión de Asuntos Constitucionales, que deberá constituirse después del recambio, para revisarlo. No obstante, la idea ya avecina ciertas restricciones: a priori, próximo miércoles 3 de diciembre en la sesión preparatoria de Diputados se tratarán las renuncias de los que pasan al Senado y Villaverde podría quedarse sin el pan y sin la torta, por ende, sin fueros.

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A su vez, en el Senado ya advierten fuentes que para que la situación de Villaverde se resuelva antes de que se traten los proyectos que el Gobierno quiere impulsar el Ejecutivo debería incluir su tratamiento en el temario de sesiones extraordinarias junto con el Presupuesto 2026, la modernización laboral, la reforma tributaria, la ley de Glaciares y el proyecto de Inocencia Fiscal, lo cual es poco probable.

Con esto en mente, desde LLA en Diputados ya se adelantan con que es probable que la renuncia de Villaverde no se apruebe en la sesión del miércoles, de manera tal que, si en el Senado finalmente asume su reemplazo, Enzo Fullone, Villaverde pueda quedarse en la Cámara baja, donde tiene mandato hasta el 2027.