El sector industrial argentino es testigo de tiempos turbulentos en los últimos años, enfrentando una serie de desafíos que van desde dificultades en el acceso a insumos y maquinaria debido al CEPO, hasta una inestabilidad cambiaria que afectó su capacidad productiva. A estas dificultades se suma ahora la incertidumbre generada por el cambio de gobierno, encabezado por Javier Milei, muchas de cuyas decisiones aún no lograron materializarse debido a trabas judiciales y parlamentarias, lo que pone en duda el rumbo económico del país.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), correspondiente al Índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero o IPIM) de enero de 2024, la situación no hace más que empeorar. En comparación con el mismo mes del año anterior, el índice registra una caída del 12,4%. Este dato, lejos de ser un hecho aislado, refleja una tendencia que viene afectando al sector durante varios meses.
La caída de enero es apenas un poco más baja que la que se registró en diciembre cuando el IPIM fue de 12,8% en negativo. La industria en la Argentina no experimenta datos positivos desde mayo del año pasado cuando subió un 1%. El resto de los meses vio caídas del 2,5% en junio, del 4,0% en julio, del 3,1% en agosto, del 3,3% en septiembre, del 0,7% en octubre y del 4,8% en noviembre.
En términos desestacionalizados, la situación tampoco mejora, con una variación negativa del 1,3% respecto al mes anterior. Esto indica que los problemas del sector no son meramente estacionales, sino que están arraigados en cuestiones estructurales.
Cómo le fue a cada sector industrial
Al desglosar los datos por divisiones de la industria manufacturera, la imagen es aún más desalentadora. De las dieciséis divisiones analizadas, catorce experimentaron caídas interanuales. Sectores clave como "Alimentos y bebidas", "Sustancias y productos químicos" y "Maquinaria y equipo" muestran descensos significativos, con caídas del 6,4%, 12,1% y 33,5% respectivamente.
La industria metalúrgica también se ve golpeada, con una disminución del 19,3% en "Industrias metálicas básicas" y del 15,2% en "Productos de metal". Estos datos reflejan una contracción generalizada en la actividad manufacturera, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro del empleo y la producción en el país.
Incluso sectores que tradicionalmente han mostrado resistencia a las crisis, como el de "Productos de tabaco", experimentan un crecimiento modesto del 14,1%, lo que sugiere que ningún segmento está inmune a las dificultades económicas actuales.
El caso de Acindar
La decisión de Acindar, conocida a fines del mes pasado, de paralizar la producción por un mes por la caída de la demanda, puso de manifiesto el escenario recesivo que atraviesan la industria y la construcción y que, según los distintos sectores, no tiene todavía tierra a la vista.
Acindar registró una caída en la demanda superior a la que esperaba y decidió adelantar vacaciones y hacer paradas técnicas en sus plantas, según informó. Como marco general, la Cámara del Acero reportó que, en enero, la producción de acero crudo cayó 7,8% interanual (desaceleró la caída, luego del retroceso del 22,4% de diciembre) y que la de acero laminado retrocedió 24,2% contra el inicio de 2023.