Luego de que el viernes último el Gobierno anunciara la determinación de dar de baja el decreto con el que se buscó, sin suerte, intervenir a la empresa Vicentin, se abrió otro capítulo.

Durante los próximos días se comenzará a ver cuál es el objetivo detrás de este determinación, luego de sumar voces en contra tanto en la sociedad como en la Justicia, que siempre falló a favor de la empresa.

"El resultado es que ahora no sé para dónde van a correr ellos. La plata del Estado no está para salvar directivos", sostuvo el presidente, Alberto Fernández, a radio El Destape.

Y continuó: "Estatizar deudas privadas, no. Rescatar una empresa para que le sirva al Estado argentino, sí", una muestra de lo que podría venir.

Vicentin afronta actualmente una importante serie de juicios tanto en la Argentina como en el exterior. Según entienden en el Gobierno, en caso de haber sido fructífera la idea de crear un fondo fiduciario, como se intentó, se habría podido también de algún modo amortiguar los efectos legales.

Por ejemplo, la mayor parte de la deuda de la agroexportadora está en manos de bancos internacionales de primer nivel, que al mismo tiempo investigan en la Justicia de Nueva York los movimientos financieros de los actuales directivos de la empresa.

Estas entidades podrían haber formado parte del fideicomiso y, según afirman en el Gobierno, retirar sus demandas.