La pandemia en el país comenzó con un panorama político dialoguista en el que el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, se plantaron como aliados en pos de "cuidar la salud de los argentinos".
No obstante, en septiembre del 2020 los reclamos salariales de la Policía Bonaerense fueron el primer punto de quiebre para esta relación: el Gobierno nacional estableció en conferencia de prensa y a través de un decreto una quita de recursos al distrito de Larreta para cubrir la demanda salarial de las fuerzas de seguridad del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Así, según el mismo Rodríguez Larreta, unos 70.000 millones de pesos fueron recortados de su presupuesto y la relación entre la oposición y el oficialismo -el Gobierno Nacional y la Ciudad- quedó dañada incluso hasta el día de hoy, sumándose además a ese conflicto el abrupto cierre de las escuelas de este año, el cual terminó de dinamitar el diálogo entre el jefe de Gobierno porteño y el Presidente.
Esta quita de la coparticipación de la Ciudad obligó al distrito a establecer en su Presupuesto 2021 una serie de recortes y subas de impuestos como un 1,2% de alícuota para los compras con tarjetas de crédito o un incremento de un 1% -de 7 a 8%- de Ingresos Brutos para las entidades financieras. Además, la Ciudad también se vio obligada a recortar una serie de proyectos de obra pública.
Esta situación le valió a Rodríguez Larreta el llamado de un vecino quejándose por el aumento de impuestos mientras el jefe de Gobierno se encontraba dialogando con Radio Rivadavia: "Nosotros adherimos a la baja de impuestos del pacto fiscal de 2017, que en cinco años bajaba sobre todo Ingresos Brutos y Sellos; bajamos el primero y segundo año, cumplimos, pero ocurrió un guadañazo y nos sacaron la coparticipación", se defendió el referente de Juntos por el Cambio.
Por eso, tal como manifestó Larreta, era necesario "compensar" la quita de la coparticipación "de alguna manera" ya que el distrito -según sus propios cálculos- perdió unos 70.000 millones de pesos a raíz de esta decisión que le fue informada "un minuto antes".
"La mitad de eso se financió bajando el gasto en la Ciudad; prácticamente hoy no hay obras grandes, fue para equilibrar las cuentas y que no todo sea aumento de impuestos", agregó el jefe de Gobierno porteño.
Sin embargo, alimentando un discurso proselitista de cara a las próximas elecciones del 14 de noviembre, Larreta prometió obstinadamente: "Si la Corte Suprema hace que nos devuelvan la plata, al minuto bajo los impuestos que subimos y no se sube ningún impuesto más en la Ciudad de Buenos Aires".
A mediados de agosto de este año, el caso que CABA llevó a la Corte Suprema de Justicia en la forma de un amparo judicial contra el Estado Nacional se decidió tratar como un proceso ordinario a raíz de la necesidad de "una mayor amplitud de debate", lo que dilató una definición que aún espera respuesta.
Otro de los efectos del recorte de fondos a la Ciudad por parte de Nación fue la extinción del diálogo entre el presidente Alberto Fernández y el titular de CABA, quién reveló que "hace meses" que no habla con el primer mandatario porque se enteró "de un día para el otro lo de la coparticipación y un día antes de que obligaban a cerrar las escuelas".
Ante esto, el jefe de Gobierno de la Ciudad agregó que "obviamente" se peleó con Fernández ya que él no tenía intención de "hacerle caso en una cosa tan crítica como esa". Además, consideró que no ve cercano un acuerdo con el Ejecutivo nacional: "Cada vez que habla, el Presidente cuestiona a la oposición y le echa la culpa a alguien mas, a Macri, a otro, siempre la culpa la tiene el otro", criticó Rodríguez Larreta.
En otro momento, un nuevo oyente lo increpó respecto a los 10 kilómetros de subte anuales que Mauricio Macri había prometido durante su gestión como jefe de Gobierno porteño y Larreta le replicó asegurando que durante su gobierno "la prioridad era seguir construyendo la línea H".
Además, remarcó que actualmente "hay más subtes con aire acondicionado, aumentó la frecuencia, y mejoró el servicio", no obstante, respecto a la creación de nuevas líneas o la ampliación de las actuales, manifestó no tener dinero para concretar los proyectos.
"Con el riesgo país que tenemos yo no puedo tomar un crédito a 30 años por esa tasa de interés. No nos prestan plata ahora", se excusó el jefe de Gobierno. Y concluyó: "Cuando nos prestaban hace un año era a tasas exorbitantes, no podía endeudar la Ciudad".