Después de llorar en su alegato y pedirle al tribunal que no la enviara a la cárcel por la causa en la que fue condenada por “encubrimiento agravado” por la bolsa con pesos y dólares que fue hallada en un baño de su despacho cuando era ministra de Economía, Felisa Miceli vio cumplido su deseo: fue condenada a tres años de prisión y, por el período de la condena, la misma se cumplirá en suspenso.
Esta mañana, durante el alegato ante el Tribunal Federal 2, Miceli se quebró, lloró y pidió no ir a la cárcel. "Estoy arrepentida de llevar ese dinero, cometí un error. Nunca más voy a ocupar un cargo público, aprendí la lección”, dijo la ex ministra y agregó: “No es por miedo que no quiero ir a la cárcel, sino porque me da rabia que sea tan injusto".
Miceli había sido condenada en primera instancia por “encubrimiento agravado” y "sustracción y ocultamiento de documento público" a la pena de cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación para ejercer cargos públicos. En la causa, Miceli argumentó que el dinero era de préstamo que iba a utilizar para una operación inmobiliaria, pero no consiguió demostrarlo.
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó su culpabilidad pero consideró que las penas no eran justificadas. Por eso se pidió que un nuevo tribunal revisara los años de prisión e inhabilitación.
Esta mañana, el fiscal Juan Garcia Elorrio pidió una condena de 3 años y 6 meses de prisión, mientras que la defensa de la ex ministra pidió un año de prisión en suspenso.
El Tribunal Oral Federal 1, integrado por los jueces Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Pablo Laufer, finalmente le dictó una pena de tres años de cárcel, el plazo máximo previsto para que la ex ministra no tenga que cumplir prisión efectiva.