La economía regional de Mendoza, impulsada principalmente por la industria vitivinícola, posiciona a la provincia como una de las grandes promesas exportadoras de la Argentina. Sin embargo, la agenda empresarial incluye problemas logísticos y de acceso a insumos críticos, como botellas de diversas características, claves en el sector bodeguero.
En el evento Mendoza PyMEs organizado por El Cronista, la revista Apertura y el diario Uno, referentes y empresarios del sector productivo de la provincia analizaron el actual panorama de Mendoza y sus posibilidades de crecimiento.
Luego de la pandemia, con una fuerte recuperación durante 2021, las PyMEs mendocinas apuestan a exportar su producción pese al complicado contexto macroeconómico nacional que los lleva a exigir "una hoja de ruta" para continuar explotando la industria vitivinícola.
CONTEXTO ACTUAL: RECUPERACIÓN Y PROYECCIONES
Mario Lázzaro, Gerente General de la Fundación ProMendoza, y Pablo Giménez Riili, vicepresidente del Consejo Empresario Mendocino dialogaron con El Cronista sobre la actualidad productiva de Mendoza y sus proyecciones.
En este sentido, Lázzaro destacó que, en los últimos tres años, 1045 PyMEs mendocinas vendieron sus productos al exterior, aunque no todas lo hicieron durante los tres años seguidos. "En el 2020 tuvimos 780 empresas exportadoras y el año pasado 782, el número más alto en cuanto a cantidad de PyMEs del que tenemos registro", destacó al respecto Lázzaro.
Estos números contrastan aún más al conocer que la Argentina tiene alrededor de 9500 PyMEs exportadoras, por lo que Mendoza implica un 8% del total nacional. Ahora, "el gran desafío es lograr que esas más de 1000 PyMEs exporten todas".
Por otro lado, tanto Lázzaro como Giménez Riili calificaron al 2021 como un "año de recuperación" gracias a la salida del confinamiento, la reactivación del mercado y "medidas de ingreso de flujo de dinero".
Así, ilustró Lázzaro, los números de la provincia durante el año pasado: "El año pasado logramos el mejor registro de exportaciones, u$s 1600 millones de bienes que pasaron por Aduana, a lo cual hay que agregarle entre u$s 180 y u$s 200 millones de exportación de servicios basados en el conocimiento", explicó.
Cuál es el impacto de la crisis global
Los números del 2021 aún se encuentran por debajo de los alcanzados en el 2019, indican los empresarios. "Mendoza no se ve tan beneficiada por el aumento del precio de los commodities más pampeanos, en el vino no ocurre exactamente lo mismo", explicó al respecto Giménez Riili, agregando que la producción en la provincia sí se vio beneficiada "por la mejor performance del mercado interno".
En este contexto, ambos señalaron al complicado contexto macroeconómico como la mayor traba de las PyMEs mendocinas para exportar: "Las condiciones son muy buenas o de mejora en el 2021, pero con muchos interrogantes en este año que estamos cursando, derivadas de la situación macro que conocemos, como la alta inflación", remarcó el vicepresidente del Consejo Empresario Mendocino.
Por su parte, el Gerente General de ProMendoza hizo énfasis en el atraso cambiario como "la gran amenaza para las PyMEs que buscan exportar". En la misma línea se expresó su colega: "Lamentablemente, el atraso cambiario y otros factores macro hacen muy difícil lograr el despegue si no hay estabilidad".
"A nivel nacional necesitamos mayor estabilidad, control de la inflación y realmente impulsar las reformas fundamentales, laborales, previsionales e impositivas, para poder convertirnos en una economía normal, productiva y competitiva", agregó Giménez Riili.
Y concluyó: "En Mendoza hay una capacidad emprendedora excepcional, hay una vocación de conectarse con el mundo muy importante. Por la calidad de la industria vitivinícola Mendoza está a la vanguardia respecto a otras provincias, pero falta que esto explote, que se desarrolle más".
Vinos argentinos: una ventana abierta al mundo
En un panel dedicado a la actualidad de la industria vitivinícola, Marcelo Belmonte, director de Vitivinicultura y Enología de Grupo Peñaflor, destacó el peso que tiene el malbec como la cepa emblemática de la Argentina.
"El clima continental le sentó muy bien al malbec, es un vino fácil de tomar, atractivo, una variedad redonda, que al consumidor internacional le sentó muy bien", señaló Belmonte. Es por ello que el país hoy es el principal productor de malbec del mundo.
Con 45.000 hectáreas implantadas en el país, esta variedad "refleja muy bien las características de nuestro terroir", aseguró el experto y aventuró que el malbec "es y seguirá siendo la principal uva producida en Argentina".
Sin embargo, eso no significa que todas las fichas estén apostadas allí. Para Belmonte el cabernet sauvignon "presenta grandes condiciones", lo mismo que el cabernet franc y el chardonnay, una uva blanca con gran potencial. Pero aún tienen mucho terreno por recorrer, al punto que en cabernet hay plantadas 13.000 hectáreas y en chardonnay apenas 6000 hectáreas.
Oportunidades y obstáculos para crecer
Por su parte, Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina, una entidad que representa el 80% de lo que se comercializa en el mercado interno y el 90% de las exportaciones, consideró que hay "una gran oportunidad en chardonnay y cabernet", que permitirían "aprovechar los nichos que empiezan a aparecer por los problemas que tuvieron tanto Francia como California".
Hay mucho para crecer en materia de exportaciones, pero por ahora los vinos argentinos apenas capturan el 2,6% del mercado, resaltó Ortiz.
En este sentido, Patricia Ortiz recordó uno de los principales desafíos de la industria, como son la disponibilidad de insumos críticos como las botellas, que afectó mucho este año.
La titular de bodegas de Argentina precisó que por ejemplo, "el sauvignon blanc se pudo envasar en botellas verdes pero los rosados no" porque no había envases para ello.
"Se está empezando a regularizar un poco", señaló la empresaria en relación a la provisión del insumo, y explicó que recién ahora se han producido las botellas claras, aunque las hubiéramos necesitado a fin de año". Y todavía falta la producción de lo que se llama la hoja seca, que es la que se usa para el chardonnay o el pinot noire.
"Esto representa problemas sobre todo porque la presentación de un vino hace mucho al marketing y cambiar una presentación, sobre todo en los mercados internacionales no es muy aceptado".
Cómo llegar a los nuevos consumidores
"De cada 4 botellas, 3 van al mercado interno y una se exporta. Los que estamos en el sector estamos contentos si mantenemos el nivel pero la expectativa es crecer en exportaciones", aseguró en tanto Martín Hinojosa, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Además, apuntó que si bien la vitivinicultura argentina tiene ventaja como un mercado interno fuerte, que permite desarrollar a las pymes, ese mismo mercado interno también "está muy atado a la situación económica del país".
Enfatizó que "en un momento en que la economía no está bien como ahora, es difícil mantener el nivel de ventas". En ese sentido, explicó que la estrategia actual es apuntar a nuevos perfiles de consumidor, en especial los jóvenes.
Eso se traduce en nuevos formatos de presentación como las latas, "los colores que los jóvenes buscan a la hora de elegir y consumir, pero también buscan frescura y frío, como son los vinos blancos y rosados", o incluso vinos más dulces, con menor graduación alcohólica, remarcó Hinojosa.
Apuesta porteña por la industria del vino
En el último panel del Foro PyMEs Mendoza participó Juan Manuel Seco, titular de la Unidad de Coordinación de Gestión de Políticas Productivas, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien se refirió a dos ejes de trabajo que está desarrollando el Ejecutivo local.
Por un lado, el eje creativo y el talento, la innovación y el diseño, materializado a través de los distritos temáticos, y por otro, la reconversión del Microcentro porteño.
En el primer caso, se destaca el nuevo Distrito del Vino, que abarca Villa Devoto, parte de Paternal y también de Villa del Parque. "Nuestro objetivo es traer la experiencia gastronómica del Valle de Uco a la Ciudad de Buenos Aires, traer las mejores etiquetas, llevar turismo y desarrollar esa zona de la ciudad, que está muy pegada al conurbano, y que tanto los porteños como los bonaerenses eligen para comer", explicó Seco.
El modelo es así: una empresa de la Ciudad de Bs As, con su IIBB ahorra algo de ese impuesto, asociándose con una bodega de Mendoza o de otra provincia. "Estamos trabajando muy fuertemente con Mendoza y este proyecto fue gestado en conjunto entre la Cuidad de Buenos Aires y la gobernación de Mendoza", señaló el funcionario.
Ya hay cinco proyectos confirmados pero el objetivo es llegar a 30 proyectos en 2023, indicó Juan Manuel Seco, quien aclaró que "los primeros 15 tienen un beneficio adicional, por eso las empresas se están apurando"
En cuanto al Microcentro, hay un programa muy ambicioso que requiere transformar el área de una zona sólo de oficinas a una zona de mixtura de usos, con el eje en la Ciudad a 15 minutos.
"Para eso necesitamos transformar esas oficinas en los usos nuevos, una mixtura que incluya todos estos servicios. Proponemos transformarlas en esta mixtura de usos, le vamos a dar a cualquier CUIT de la CABA le vamos a dar una devolución de Ingresos Brutos por los pesos que inviertan del 50% al 70%".
El objetivo es que en un radio de 15 minutos, caminando uno tenga todos los servicios que necesita, un gimnasio, un centro de salud, una universidad, un supermercado, un bar, etc, explicó Seco.