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Elisa Carrió lo confirmó: será precandidata a presidenta. Lo venía deslizando pero, en las últimas horas, lo dijo con todas las letras. "Soy candidata, pero después de mayo", avisó en Radio Mitre. Es que recién el 24 de junio se lanza la campaña para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). La fundadora de la Coalición Cívica da por descontado que será derrotada en esa instancia, pero su objetivo es otro. Y en esa breve aclaración ya lo dejó entrever: buscará que se respeten las reglas del juego.
"La Coalición Cívica va a tener candidaturas y voy a ser yo", dijo Elisa Carrió en diálogo con Jorge Lanata. Lo llamativo es que la exdiputada no aspira a ganar los comicios. Ni siquiera la interna de Juntos por el Cambio. Y lo dice abiertamente: "Soy candidata, no pretendo ganar". La pretensión de "Lilita" es otra: "que no haya un debate a muerte en Juntos por el cambio".
Pero además, Lilita, que plantea su candidatura para preservar la unidad de la coalición opositora quiere marcarle la cancha al resto de los candidatos. No solo a los de otros espacios, sino también a los que integran su propia coalición.
Sobre todo en un punto: la transparencia. Es por eso que el eje de la campaña de Carrió estará puesto en la transparencia de su financiamiento, el de la campaña. Porque, dijeron desde su entorno, "es lo que condiciona las futuras administraciones". Así, Carrió ya le dejará sentada su postura al próximo presidente de los argentinos. Tendrá de dónde agarrarse en caso de que haya algún tipo de opacidad en la gestión.
En 2011, Carrió ya había puesto énfasis especial en el financiamiento de su campaña para, justamente, hacer campaña. Fue cuando, con los fondos que aportaba el Estado con ese fin, a ella le alcanzó, apenas, para un cartel en la Avenida 9 de Julio.
¿Cómo hizo el resto de los candidatos para inundar las calles con avisos, además de tener presencia permanente en los medios de comunicación? Con ese acto simbólico "Lilita" quiso poner a sus contrincantes entre la espada y la pared.
El tema del finciamiento de las campañas ya es un clásico de Carrió. Lo puso sobre la mesa cada vez que fue candidata, en el año 2003, cuando compitió por primera vez. En varias oportunidades, incluso, los "lilitos", con Fernando Sánchez a la cabeza, devolvieron aportes de empresarios, pese a haber donado dentro del tope establecido el partido. ¿Los motivos? No había pasado el "filtro de la revisión de antecedentes". En otras palabras, el origen de esas donaciones no era del todo claras.
Al parecer, Carrió quiere repetir el rol que tuvo durante el gobierno de Cambiemos, cuando se convirtió en una censora de Mauricio Macri.
No quedarse afuera
El presidente de la Coalición Cívica también dio algunas pistas sobre las intenciones del lanzamiento de "Lilita".
"La candidatura a presidenta de Elisa Carrió busca garantizar la representación de la pluralidad y que los matices de Juntos por el Cambio se visibilicen en una interna competitiva para abarcar la mayor cantidad de apoyo para nuestro espacio", tuiteó Maximiliano Ferraro.
Con Lilita en la cancha, o al menos con la amenaza de hacerlo, la fundadora de la Coalición Cívica probablemente busque negociar lugares para los propios en las listas.
Es que hoy, Carrió es la figura del espacio con mayor poder de negociación dentro del espacio que fundó. Y, de los 11 diputados que conforman el bloque de los lilitos, a siete les vence su mandato. Necesita formar parte de la mesa chica para no ver su bancada reducida a la mínima expresión.