

El Banco Central de la Republica Argentina (BCRA) analiza avanzar hacia un nuevo sistema sin cheques físicos y operar exclusivamente con los e-cheq o cheques electrónicos. El presidente de la entidad, Santiago Bausilli, confirmó en redes sociales la posibilidad de implementar la medida.
La intención quedó ratificada cuando un usuario le consultó al titular del Central por la necesidad de consolidar este esquema. “Hay una medida que ya esta en la mesa que es eliminar la emisión de cheques físicos. Los echeqs deberían ser los únicos disponibles", fue el reclamo al funcionario.
“Hacia allá vamos”, fue la respuesta de Bausilli, quien compartió a la vez un mensaje del economista Lucas Llach, que había difundido un gráfico que mostraba el crecimiento del e-cheq dentro del sistema financiero.
La posible eliminación del cheque físico, en favor de un sistema exclusivamente electrónico, va más allá de una simple modernización operativa. Según un análisis del tributarista Sebastián Domínguez, esta medida representa una “transformación con efectos tributarios profundos” que impactará de manera directa en el sistema fiscal del país.
Los 5 cambios más importantes que trae la eliminación de los cheques en papel
Domínguez destacó que el fin del cheque en papel golpea directamente la trazabilidad, la fiscalización y la recaudación impositiva, al tiempo que busca modificar los comportamientos arraigados en la economía informal.
A continuación, mencionó 5 claves fiscales que explican este cambio trascendental.
1. Fin del “Cheque al Portador Encubierto”: golpe directo a la economía informal
El experto señala que, si bien se cree que la economía no declarada opera con efectivo o criptomonedas, el uso de cheques “a la orden” sin beneficiario o endoso formal es una práctica habitual para pagos “en negro”. Este mecanismo permite transacciones sin dejar rastro fiscal.
Con el e-cheq, esto desaparece: toda transferencia quedará registrada, cada endoso se identificará con CUIT/CUIL/CDI, y la circulación sin identificación será imposible. Esto reducirá drásticamente la capacidad de canalizar pagos no declarados y aumentará el riesgo de detección para quienes intenten hacerlo.
2. Mayor Trazabilidad para ARBA y Administraciones Provinciales/Municipales
La digitalización del cheque obliga a que cada operación deje una “huella digital”, mejorando la calidad de la información para los organismos fiscalizadores.
La trazabilidad permitirá reconstruir con exactitud la ruta de las operaciones, fortaleciendo el control fiscal de ARBA y las administraciones tributarias provinciales y municipales sobre operaciones que antes podían permanecer ocultas.

3. Impacto del Impuesto al Cheque: no aumenta directamente, Pero sí la Base Imponible
Desde la perspectiva del impuesto sobre los Débitos y Créditos en cuentas bancarias, Domínguez aclara que la digitalización no implica por si misma un aumento del tributo, ya que el hecho imponible es el movimiento bancario, no el soporte. El e-cheq tributará igual que el cheque en papel y los endosos seguirán sin gravarse.
Sin embargo, un cambio de comportamiento operativo es clave: si la agilidad del e-cheq lleva a menos endosos y más depósitos directos, habrá un aumento de acreditaciones y débitos bancarios, ampliando así la base imponible del tributo.
4. Recaudación potencial sin crear nuevos impuestos
El Gobierno ha expresado su intención de bajar impuestos aumentando la cantidad de contribuyentes y las bases imponibles. Según Domínguez, la eliminación del cheque físico puede ser un camino hacia este objetivo sin necesidad de nuevas cargas fiscales.
Genera efectos indirectos relevantes como menor evasión estructural en pagos no trazables, exteriorización de ingresos antes ocultos, mayor cumplimiento espontáneo por el efecto disuasivo de la trazabilidad y una fiscalización más efectiva. Esto, a su vez, puede favorecer la recaudación provincial y municipal, permitiendo incluso evaluar reducciones impositivas locales sin afectar las finanzas.
5. Riesgos tributarios de corto plazo: la amenaza del hiper-informalismo
A pesar de los beneficios, Domínguez advierte sobre un riesgo a corto plazo: los sectores “hiper informales” podrían sustituir el cheque papel por efectivo y/o criptomonedas “stable coins”, reduciendo nuevamente la trazabilidad buscada.















