“Insuficiente y lamentable”, fue la manera en la que Hugo Moyano, secretario general de la CGT Azopardo, y Pablo Micheli, su par de la CTA-Autónoma, calificaron el aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil a 6.060 pesos, acordado en la víspera por el gobierno con la CGT oficialista y empresarios, y que presentó anoche la presidenta Cristina Kirchner.
La CGT Azopardo y la CTA-Autónoma anunciaron que debatirán en sus respectivos consejos directivos el alcance del acuerdo y decidirán “las medidas a adoptar” en consecuencia.
La posición de ambas centrales enfrentadas al gobierno se dio a conocer esta tarde, durante una conferencia de prensa que Moyano y Micheli ofrecieron en la sede que la CTA posee en la calle Lima 650, de esta capital, donde difundieron un documento con los fundamentos de sus rechazos.
Ambos líderes sindicales aseguraron “no haber sido invitados” a participar de las deliberaciones y que el monto acordado “no fue discutido y fue impuesto por el Gobierno”.
“No nos invitaron porque la presidenta no acepta a los que pensamos distinto, se maneja como una emperadora”, arremetió Micheli durante la rueda de prensa para agregar luego que “una vez más, se ha violado una de las instituciones de la democracia”.
Moyano, en tanto, aseguró que se enteró “por los diarios” y luego contó: “Sabía que el monto que dieron a conocer no fue discutido en el Consejo sino que ya estaba establecido de ante mano por el gobierno”.