El plus de no ser carismático: por qué Horacio Rodríguez Larreta confia en ganar la interna

Hay una pregunta que, desde hace semanas, vuelve recurrentemente hacia Horacio Rodríguez Larretay su equipo de asesores. ¿Será Mauricio Macri candidato a presidente? Los amagues del fundador del PRO de jugar un "segundo tiempo" podrían trastocarle los planes al alcalde porteño, que aprovechó su viaje a Israel para tomar distancia de la interna amarilla y, de paso, diferenciarse de los "halcones" de su partido. Desde allí, dejó en claro que la clave para dejar atrás la inflación son dos cosas que -dicen desde su entorno- lo diferencian de sus contrincantes: el próximo gobierno deberá tener un plan y necesitará de "gran coalición" para su concreción. ¿Por qué el larretismo confía en que a más de 20 años de empezar a trabajar para ser presidente, ahora sí, llegó su momento? Es cierto que falta más de un año para las elecciones, pero el clima de campaña permanente en Juntos por el Cambio (JxC) acelera los tiempos. Las elecciones parecerían estar a la vuelta de la esquina. Y, si así fuera, el alcalde porteño no solo se las tiene que ingeniar para sacarle distancia a dos referentes de su partido: María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich. Tarea nada sencilla si se tiene en cuenta que, a diferencia de Larreta, ellas no tienen distrito que administrar, por lo que se dedican a recorrer el país sin ataduras. Sino que a este panorama tripartito se le sumó la hiperactividad de Mauricio Macri, que desconcierta a propios y ajenos. Lo que hasta hace poco parecía ser un defecto para cualquier candidato, hoy, quienes rodean al "Pelado" lo ven como una virtud: su falta de carisma. "El carismático no te gestiona el país", destacan. "Lo que plantea Juntos por el Cambio es que al país no lo saca adelante una persona, sino un conjunto de personas, junto con la sociedad civil, que está harta". Y Larreta, aseguran, es quien tiene las cualidades para coordinar ese conjunto de personas. Destacan su capacidad para generar confianza y su habilidad para lograr consensos. Lo grafican de la siguiente manera: "Es el candidato que más votos sacó, pero el que menos legisladores del PRO tiene". Esto, para el alcalde no sería un obstáculo en la Legislatura porteña. "El poder se socializa", dicen que dice el porteño. Pero Larreta tiene varios desafíos. El primero de ellos, sortear los límites de la Capital Federal. Y dejar atrás el mote de porteño. Quienes trabajan para que sea presidente el año que viene aseguran que ya lo está haciendo. Los viernes se dedica a caminar el Conurbano y los fines de semana, el interior. De todas maneras, el porteño hace de su gestión de la Ciudad su principal propuesta de campaña. Promete nacionalizar sus logros. Pero además, se jacta de que en CABA, "la gente no sabe quién gobierna; quiere que las cosas funcionen". Aseguran que el nivel de conocimiento de sus funcionarios, salvo el caso de Fernán Quirós y Soledad Acuña (como consecuencia de la pandemia), son ignotos. Ante la chicana de lo fácil que es gobernar con el PBI de la CABA, responden: "¿La Ciudad estuvo siempre igual?". Y se remontan al gobierno de Aníbal Ibarra. "La diferencia es cómo la gestionás", rematan. A esto le suman que la clave para "transformar a la Argentina" no pasa por proponer una refundación de la Argentina, apelar a un líder mesiánico ni profundizar la grieta. Es más, en las últimas horas, desde Israel, dónde fue a empaparse del plan de estabilización que sacó a aquel país de la inflación, mandó un mensaje que no solo parecería apuntar al Frente de Todos, sino a los propios: "Israel nos demuestra que para bajar la inflación es necesario un plan apoyado por una gran coalición". El desafío del próximo gobierno, para el larretismo, será no fogonear la angustia de la gente.Pero tampoco prometer salidas sencillas, como "romper el Banco Central", para resolver los problemas de la economía Argentina, como propone el anarcocapitalista Javier Milei, que tanto Macri como Bullrich no terminan de "soltar". "Tampoco hay que sobregirar las expectativas", dicen desde el larretismo, y se remontan al año 2015, cuando Macri propuso desandar en seis meses problemas que llevan décadas de arrastre en la Argentina. ¿Quién será su candidato a Vice? Todavía falta y desde su entorno prefieren no dar nombres. Pero la lectura que hacen es que "Juntos por el Cambio es mucho más potente que la suma individual de cada partido". Y prevén que la fórmula del éxito estará en los binomios mixtos, no en el purismo.

El plus de no ser carismático: por qué Horacio Rodríguez Larreta confia en ganar la interna

Pese a su falta de carisma y ser tildado de "porteño", desde el larretismo confía en que, a más de 20 años de empezar a trabajar para ser presidente, ahora sí, llegó su momento.

Déborah de Urieta

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