Tras intensas negociaciones al interior del oficialismo, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, fue finalmente designado como el candidato oficial para presidir el PJ bonaerense desde diciembre. La clave de su elección la tuvo el gobernador de la provincia, Daniel Scioli, quien tras prolongadas cavilaciones declinó su postulación y le dejó el camino allanado al matancero para liderar una lista de unidad. Su contrincante más fuerte, el intendente de Tigre Sergio Massa, se bajó de la pelea a último momento y anunció que no participará ni apoyará a ningún candidato partidario de manera oficial.
La única lista opositora que se presentó fue la del ex intendente de José C. Paz Mario Ishii, con quien el massismo coqueteó sin concretar. De todas formas, trascendió que algunos de los armadores del Frente Renovador incluyeron candidatos en la boleta número 7, que liderará el paceño.
La definición al interior del oficialismo dejó al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, como candidato a comandar el congreso del PJ, lo que dejará la organización partidaria a su cargo. Además, el diputado nacional electo también conducirá el partido en su distrito, acompañado del legislador bonaerense Fernando Chino Navarro.
Con un cierto nivel de consenso en las diversas líneas internas del oficialismo bonaerense, el matancero Espinoza tendrá la tarea de fortalecer al partido luego de años de parálisis y tras la derrota electoral de octubre. Así lo acordó ayer por la tarde con el Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, cuando lo visitó en la Casa Rosada. Su antecesor, el sindicalista Hugo Moyano, presentó su renuncia hace un año, cuando su distanciamiento del kirchnerismo se volvió irreversible. Anoche, algunos de sus hombres, identificados con el gremio de Camioneros, lograban lugares en las listas distritales de los municipios massistas.
Si el hecho de gobernar el municipio más poblado del conurbano bonaerense aún no lo había anotado en la pelea, entonces la designación al frente del PJ local inscribirá a Espinoza entre los oficialistas que buscarán suceder a Scioli al frente de la provincia. Tendrá, en principio, bandera blanca de sus posibles contrincantes porque varios de quienes también quieren ese sillón prometieron no hacerle vacío. La elección que perdimos fue la de la provincia. Y es la provincia donde tenemos que reconstruirnos. No le vamos a hacer vacío como a Moyano. Al partido hay que fortalecerlo, explicaron cerca de un bonaerense con aspiraciones.
Su designación, además, incidirá en la negociación que se abrirá cuando comience 2014 para designar al titular nacional del PJ. Esa elección, postergada para marzo, promete álgidas discusiones entre los gobernadores. Y Scioli, sin el sillón provincial, ya avisó que quiere seguir al frente del órgano máximo del partido.
Será esa otra oportunidad para Massa, que ayer apenas se limitó a difundir un comunicado en el que anunció que la interna del PJ es el reflejo de la falta de percepción de lo que plantearon las urnas, por lo que se desligó de las definiciones sobre el futuro del partido. Elegimos no pelear por un sello, agregó. Una definición llamativa sobre el partido que gobierna la provincia desde hace tres décadas.