

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, confirmó ayer que "las correcciones tarifarias" en el suministro de electricidad se dispondrán "en los próximos dos meses", y que se procurará alentar inversiones en el sistema de distribución para "volver a los estándares de servicio que teníamos en 2003, como mínimo".
El funcionario reiteró además que en el contexto del nuevo esquema tarifario "se protegerá a los sectores que no puedan afrontar el costo pleno del servicio". En otro orden, Aranguren dijo que "se tratan de resolver lo más rápido posible los cortes" en el suministro que afecta a los usuarios.
"La inversión (en las redes de distribución eléctrica) ha estado ausente en los últimos años, y ante la existencia del problema, lo reconocemos, no lo ocultamos, para poder resolverlo", enfatizó el ministro. "En 2003, teníamos cuatro cortes por usuario al año y duraban seis horas; en 2014, pasamos a siete cortes y medio por usuario al año y una duración promedio de 33 horas. Debemos recuperar los estándares de 2003 y luego mejorar", expresó.
El funcionario sostuvo que "salvo dos países en Latinoamérica, todos tienen duración promedio del corte de un dígito en horas de interrupción por año. En el caso de Venezuela y la Argentina, eso no es así". Sobre el comportamiento del servicio energético durante la jornada de ayer, dijo que ya desde temprano Edenor tenía 5800 usuarios y en Edesur, 12.200 clientes afectados, mientras que en el día superó los 20.000.
Con relación a la cuestión tarifaria, el ministro no avanzó en precisiones, pero hace un par de semanas sostuvo que los subsidios en gas y electricidad que afronta el Estado se reducirán "a la mitad en la primera etapa", a principios de 2016.
El funcionario precisó que ese proceso será acompañado por un programa para bajar "hasta 15%" el consumo de energía, y que eso significará "un impacto muy positivo en la balanza comercial". Se buscará así articular una baja de estos subsidios que Aranguren calculó en unos $ 135.000 millones anuales y mejorar vía tarifas los ingresos a las compañías distribuidoras, particularmente a Edenor y Edesur, para avanzar en inversiones y trabajos de mantenimiento y expansión de las redes.
Otro aspecto confirmado es la decisión del Ministerio de activar un esquema de facturación mensual y ya no bimestral, cuestión que ya dio lugar a reuniones técnicas entre funcionarios de Energía y de las compañías distribuidoras.
En el decreto 134 que declara la emergencia eléctrica, se instruyó al Ministerio para activar un programa de acciones en generación, transporte y distribución de energía eléctrica de jurisdicción nacional, y "garantizar la prestación de los servicios públicos de electricidad en condiciones técnicas y económicas adecuadas". En tanto, en los considerandos de la medida se hizo referencia a "la ausencia de un esquema tarifario que brinde señales hacia un consumo eficiente y racional".













