Si la Argentina tiene alguna chance de levantar el cepo al dólar en los próximos años sin consecuencias sociales y económicas críticas es en buena parte gracias a la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta.
La primera etapa del gasoducto, que estará inaugurada el 20 de junio de 2023, servirá para que el país tenga un ahorro de 3500 millones de dólares (a valores de hoy, en un mercado internacional volátil) en sustitución de importaciones de gas natural licuado (GNL) y combustibles líquidos (gasoil y fuel oil). El costo se estima entre u$s 2500 y 3000 millones, por lo que el proyecto "se paga en un año".
El Cronista visitó la obra en marcha del gasoducto para Vaca Muerta, en donde las constructoras Sacde y Techint establecieron la planta de doble junta de los caños de 12 metros que empezaron a salir a fines de septiembre de la fábrica de Tenaris en Valentín Alsina.
Estamos en la Progresiva Kilómetro (PK) 60, en las cercanías de la localidad de Catriel (Río Negro), a 60 kilómetros sobre la traza Tratayén (Neuquén), donde comienza la obra de infraestructura energética que funciona como esperanza para la Argentina.
Llegamos un día después de que distintas comunidades originarias (mapuches) y pobladores de Añelo que estuvieron sin agua durante cinco días cortaran las rutas de acceso a Vaca Muerta, algo que se solucionó en el transcurso de ayer pero generó tensión con las petroleras.
En este momento ingresan a este punto unos 25 camiones por día con 4 caños cada uno, como a cada uno de los tramos del gasoducto (en General Acha, La Pampa, al kilómetro 380 de la traza; y en Salliqueló, Buenos Aires, también).
La empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), a cargo de su presidente Agustín Gerez, supervisa la marcha del proyecto. Las contratistas Sacde, Techint, BTU y Esuco tienen penalidades por no cumplir los plazos previstos, así como Enarsa tendrá en cuenta cualquier altercado por si el propio Estado nacional o las provincias no pueden cumplir con su parte o si algún imprevisto climático o de otro tipo retrasan la construcción.
El gasoducto Néstor Kirchner tiene varias etapas en marcha en simultáneo. Por un lado se ejecuta el acopio de caños de 36 pulgadas y se descargan en distintos puntos de la traza; además, ya se realizó con maquinaria especial la apertura de la pista y se montó la Planta Doble Junta en el PK 60 para unir dos tubos de 12 metros en uno solo de 24 metros y facilitar el traslado.
Próximamente se hará el zanjeo, las soldaduras automáticas y la bajada de cañerías. La obra tiene a 500 trabajadores en forma directa en los campamentos y ya genera otros 3000 puestos de empleo indirecto. En el pico de obra, entre diciembre y marzo, serán 3000 trabajadores directos y 8000 indirectos.
Con máquinas automatizadas por primera vez en la Argentina, se realizarán entre 80 y 100 soldaduras por día para avanzar a razón de 2 kilómetros diarios en cada uno de los tres tramos del gasoducto.
El titular de la constructora Sacde, Damián Mindlin, señala: "La construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner que estamos ejecutando en Unión Transitoria de Empresas (UTE) con Techint Ingeniería y Construcción es una obra que representa un importante desafío principalmente por su gran extension y por sus exigentes plazos. La planificación y la incorporación de la más avanzada tecnología disponible en el mundo son claves para el éxito del proyecto. Disponemos de equipos de soldadura automática que funcionarán en simultáneo con una capacidad de hasta 100 soldaduras de caños diarias cada uno. Esto duplica las que se podrían hacer con un sistema de soldadura manual".
"Por otro lado tenemos ya en funcionamiento en el PK60 una de las dos Plantas de Doble Junta que se usarán en el proyecto. Se trata de instalaciones industriales móviles que realizan soldaduras en un ambiente controlado en los campamentos ubicados a lo largo de la traza. Sueldan con tecnología automática dos caños de 12 metros de largo para convertirlos en una pieza de 24 metros, que es luego transportada a la línea", agrega.
La zanja tendrá 1,50 metros de ancho y 2,30 de profundidad. Allí se enterrará el sueño argentino de revertir el crónico faltante de dólares en su economía (restricción externa), que debe ser complementado con una mayor producción de gas natural en Vaca Muerta.
Las nuevas rondas del Plan Gas se licitarán y adjudicarán a mediados de diciembre. Las petroleras YPF, Tecpetrol, Pampa Energía, Total Energies, Wintershall Dea y CGC competirán por sumar una producción de 11 millones de m3 diarios (MMm3/d) en el invierno del año que viene, que se ampliarán a 21 MMm3/d para enero de 2024 gracias a la construcción de dos plantas compresoras más, complementarias al gasoducto.
El precio que se asegurará el Estado nacional para el abastecimiento de hogares y centrales eléctricas será de entre 3,50 y 4 dólares por millón de BTU, muy por debajo de los más de u$s 30 que cuestan los sustitutos (GNL, gasoil y fuel oil).
Y como los usuarios no pagan en sus tarifas el costo pleno del gas, el Estado conseguirá un ahorro fiscal (subsidios) equivalente a más de 1000 millones de dólares.
"Esta obra se paga sola con el ahorro de importaciones y subsidios. La Argentina tomó un crédito de 50.000 millones de dólares con el FMI; el proyecto íntegro (etapas 1 y 2) cuesta unos u$s 5000 millones y vamos a modificar la matriz económica; te angustia", definió un funcionario en diálogo con este diario.
"Padecemos la falta de dólares y lo único que había que hacer era construir infraestructura de gas, líneas de extra alta tensión para transportar la energía eléctrica, ductos para la evacuación de hidrocarburos de Vaca muerta y rutas. Nosotros vamos a dar vuelta la ecuación macroeconómica del país", confió.
Daniel Gerold, titular de la consultora G&G Energy Consultants, proyecta que Argentina puede revertir el déficit comercial energético de u$s 5000 millones este año para pasar a un superávit de u$s 9000 millones en 2025.