El tridente de dirigentes conformado por Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner pasó de la virtual incomunicación a reunirse varias veces en las últimas jornadas, siempre pensando en el cierre del frente electoral que llevará el nombre de "Fuerza Patria" y en la confección de las listas que, según anticipan algunos actores, tendrá algunos lugares de "tensión".

Tan sólo desde el lunes fueron tres los encuentros, el último de ellos que se desarrolló prácticamente durante todo el día en la capital provincial.

"Las conversaciones son para definir los ítems de la constitución del frente. Mientras tanto representantes de cada espacio avanzaron en los armados legales necesarios para la presentación de hoy por la noche", habían señalado fuentes partidarias y agregaron: "Que hoy se firme para integrar el frente es muy importante pero no definitivo".

"La unidad avanza", señalaron fuentes peronistas, en un guiño que puede ser leído como una contestación al frente opositor entre LLA y el PRO. Según pudo saber El Cronista, las conversaciones se dan en un "marco de generosidad".

"Hoy se empezaron a acercar los primeros nombres por distrito, qué tiene cada espacio para defender e integrar. Mañana o pasado van a empezar a cruzarlos", consignaron fuentes de la negociación.

Según los integrantes, será un "frente con identidad peronista sigue siendo la idea ordenadora para contrastar con el modelo de Milei".

Así, los tres principales espacios en pugna dentro del Peronismobonaerense parecen haber llegado a un acuerdo para competir en septiembre y octubre bajo un mismo paraguas, aunque eso suponga moderar enconos que existieron hasta hace poco tiempo y tratar de moderar las inquietudes que hay en el "territorio".

Los 10 días que separan al universo político provincial del cierre de las nóminas será el momento en el que se conozca la "muñeca negociadora". Ceder la cabeza de lista en un distrito para conseguirla en el otro, o a cambio de una diputación o senaduría provincial es sólo una parte del rompecabezas que supone compatibilizar los deseos de miles de dirigentes.

Los apoderados de cada sector son: Eduardo Cergnul y Sebastián Galmarini, por el Frente Renovador; Facundo Tignanelli y Patricia García Blanco, por La Cámpora y Mariano Cascallares y Agustina Vila por el Movimiento Derecho al Futuro.

Si bien se había sostenido que las nóminas se armarán de acuerdo con "quien mida más", es sabido que las encuestas muchas veces no llegan a medir el poder territorial real y allí es el lugar en el que aparecen mayores disputas. Un vocero massista auguró que para el nuevo frente será "más difícil cerrar la lista de concejales de un municipio que la de senadores provinciales o la de diputados en octubre".

Quienes conocen la historia del PJ relatan que siempre ha sido un trámite complejo: "No recuerdo una que haya sido fácil. Las PASO podían ordenar si se habilitaban desde arriba, pero a veces eso no pasaba", señaló el portavoz de un dirigente que forma parte del círculo más pequeño de las definiciones y que pide "desdramatizar".

Sin primarias tiene que regir la "generosidad", señaló otro dirigente de máxima confianza del líder de uno de los sectores. Esa posición señala que, sin embargo, existen al menos tres distritos en los que puede haber tensiones de máximo calibre.

Quizá el lugar más importante sea La Matanza, un distrito del peso electoral de una provincia que siempre ha sido un bastión del peronismo y que ha sido conducido en los últimos años por Fernando Espinoza y por Verónica Magario. Ambos están enrolados en el proyecto de Kicillof y se han alejado del cristinismo que supieron tener ambos dirigentes. Allí la competencia estará dada por La Cámpora, que tiene intenciones de conducir el distrito desde 2027.

Facundo Tignanelli, mano derecha de Máximo Kirchner en La Cámpora, es un dirigente que ha cultivado el perfil bajo y que lo fue levantando con el correr de los años, en especial en los últimos meses por presidir el bloque oficialista en la cámara de Diputados bonaerense. Su proyecto no se define en septiembre, pero La Cámpora de La Matanza, bajo su conducción, ha sufrido rispideces frecuentes con la intendencia de Espinosa.

Mientras tanto, en Morón, la disputa tendrá como protagonistas a exsocios políticos. Ese distrito fue el que hizo llegar a la escena pública a Martín Sabbatella, quién fue funcionario Nacional y que supo dejar al frente de la conducción a Lucas Ghi, actual intendente.

Sin embargo, desde el año pasado, el vínculo entre ellos está cortado. Hubo desplazamientos del equipo de secretarios que respondían a Sabbatella y disputas abiertas en el Concejo Deliberante. El escenario incluye una pelea entre Martín y Hernán Sabbatella, este último es un íntimo colaborador del intendente Ghi.

Nuevo Encuentro, es conducido a nivel nacional por Martín y a nivel provincial por Mónica Macha. Su participación en las movilizaciones por la liberación de Cristina Fernández ha sido muy activa y todo hace pensar que participarán del Frente en la Provincia y pugnarán por espacios en las listas de Morón.

Desde el espacio que conduce Ghi, que está referenciado en el kicillofismo, entienden que la lista del Concejo Deliberante debe representar y defender la gestión local. El mensaje es hacia sus contrincantes, a quienes acusan de haber impedido el funcionamiento normal en el deliberativo y de bloquear la gestión.

La interna no se oculta. Martín Sabbatella ya está en campaña para ser concejal "y volver" en 2027 a ser intendente. Sus opositores piensan que hasta podría ir con una boleta vecinalista para competir a nivel local.

Finalmente, en Avellaneda, al sur del Conurbano la situación es similar. Allí la disputa subsiste entre el intendente Jorge Ferraresi y el senador provincial Emmanuel González Santalla, quien también responde a Máximo Kirchner. Hace algunos días circuló un video del acto en conmemoración del fallecimiento de Juan Perón y allí, junto al intendente Ferraresi, el secretario general de la UOCRA en ese distrito y número dos del partido local dijo: "No vamos a acatar un carajo lo que diga Cristina".

En las últimas horas, apenas a un par de jornadas del cierre de frentes electorales, el municipio apareció empapelado de afiches con los colores y la tipografía que utiliza la gestión de Ferraresi: "El 7 de septiembre votá por vos, votá por Avellaneda", se lee. Aunque se desconoce el origen del afiche, deja al descubierto la diferente percepción del escenario electoral en el peronismo.

El kicillofismo centra sus expectativas en la municipalización de la elección de septiembre, mientras que en La Cámpora afirman que ese será el germen de la derrota y piden "nacionalizar" el debate y exponer las consecuencias de las políticas nacionales. Los opositores al intendente van más allá y acusan que el intendente no se pondrá al frente del candidato por la Tercera Sección Electoral, el cargo al que aspiraba competir Cristina.