Los siete días de gira por Europa que Alberto Fernández y Martín Guzmán encararon para sumar apoyo internacional en las negociaciones con el FMI no sólo evitaron frenar el clima de malestar creciente contra el ministro de Economía desde el kirchnerismo duro: por el contrario, en Buenos Aires se reforzó el discurso del sector radicalizado del Frente de Todos con un tono crítico in crescendo hacia la gestión de Guzmán.
Tanto en el Senado como en el Instituto Patria y en los diversos zoom que Cristina Kirchner cruzó con varios dirigentes del kirchnerismo duro se potenciaron los dardos lanzados contra el jefe de Economía. El clima de destemple hacia el ministro Guzmán que intentó eyectar al subsecretario de Energía, el kirchnerista Federico Basualdo, por la puja de tarifas no cesó un instante desde el domingo pasado en que El Presidente y su comitiva llegaron a Europa. Por más fotos que enviaran de Alberto Fernández y Guzmán desde París, el Vaticano, Madrid o Lisboa la espuma contra el ministro no bajó.
Según pudo reconstruir El Cronista de diversas fuentes del kirchnerismo puro y de allegados a la vicepresidenta, se pudo inferir el armado aleatorio de un decálogo informal con críticas concretas hacia la gestión de Guzmán que inevitablemente terminarán por desgastar aún más a la figura presidencial. En ese listado de temas abordados por el bloque K figuran los siguientes ejes:
TARIFAS. Hay una decisión monolítica de la bancada de senadores del PJ y de gran parte de los diputados del Frente de Todos de rechazar de plano cualquier aumento de tarifas de servicios.
La idea de Guzmán de avanzar con un esquema de actualización de tarifas para reducir el nivel de subsidios junto con un mecanismo de segmentación que reoriente el gasto hacia los sectores más desprotegidos está descartado de plano por Cristina Kirchner y sus seguidores. "Cuando Guzmán habla de ajuste o achique del gasto público es porque no entendió nada de lo que planteaban Néstor y Cristina desde el 2003 cuando sostenían que la deuda no se pagará con el hambre de la gente", dijo a El Cronista un dirigente del Frente de Todos que dialoga asiduamente con la vicepresidenta.
Ni siquiera se evalúa ahora en el kirchnerismo duro la aplicación de un esquema de "segmentación fina" para aplicar aumentos tarifarios en algunos sectores sociales. Creen que cualquier ajuste en sectores medios de la sociedad será contraproducente para las elecciones.
REMANENTE DEL FMI. El Senado avanzó en el proyecto de declaración que le pide de manera "amable" a Guzmán que el uso de los Derechos Especiales de Giro del FMI sean destinados a "salud, reducción de la pobreza, educación, vivienda y generación de trabajo" para combatir las consecuencias de la pandemia del coronavirus, y "no al pago de la deuda por capital, intereses o gastos que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de París".
La iniciativa se aprobó mientras Alberto Fernández conseguía un encuentro para hoy en Roma con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva. El proyecto llevó el sello del senador Oscar Parrilli, mano derecha de la vicepresidenta y resulta ser un mensaje poco alentador para el FMI y los inversores en el esquema de compromisos asumidos por Guzmán.
Para que no quedaran dudas del condicionamiento que le puso el bloque K al ministro de Economía en este tema el senador Jorge Taiana fue terminante: "No traten de usar esos derechos especiales de giro para manotear esos 4.000 millones para que vuelvan al sistema financiero porque nosotros lo necesitamos para recuperar el nivel de actividad económica", dijo.
RETENCIONES AL CAMPO. En las puertas del Vaticano Alberto Fernández y Guzmán tuvieron que negar una vez más que no hay idea alguna del gobierno de aumentar retenciones al campo.
No opinan lo mismo la secretaria de Comercio Interior, la kircnerista Paula Español, quien en declaraciones radiales a El Destape sostuvo en estos días que "la posibilidad de aumentar retenciones forma parte de nuestras herramientas de gestión y está en análisis". La suba de la tonelada de soja a precios históricos empieza a fortalecer la idea de un aumento de retenciones en el kirchnerismo duro.
Desde el Ministerio de Agricultura, la jefa de gabinete de esa cartera, Diana Guillén, una cristinista de pura cepa es la que empezó a agitar la bandera de retenciones en los últimos días, una idea que Guzmán rechaza de plano y un sector racional del gobierno cree que en un año electoral no tiene sentido lanzar una guerra contra el campo. Guillén tiene línea directa con el Instituto Patria y también promovió un freno a las exportaciones de carne.
MANEJO DE LA PANDEMIA. La decisión de Guzmán de rechazar la reinstalación de un IFE u otra ayuda social a la vez que aumentar la cantidad de beneficiarios de la Tarjeta Alimentar también abrió un debate en el ala dura del Frente de Todos. En el Instituto Patria se analizó el tema en estos días.
La aguerrida Alicia Castro habló de "indecisiones políticas" y "funcionarios que miran las encuestas para ver qué les conviene hacer, situándose en una dicotomía entre economía y salud, y resolviendo con el criterio que creen funcional a obtener mayor aprobación en los medios o más votos". Pero otros sectores del bloque kirchnerista encabezados por Juan Grabois objetaron el aumento en la Tarjeta Alimentar como una medida que sólo promoverá mayor clientelismo político sin generación de empleo genuino.
ARMADO INTERNACIONAL. El ex presidente Lula da Silva y Cristina Kirchner compartirán esta tarde un zoom para concretar la firma de un convenio de cooperación entre el Instituto Patria y el Instituto Lula. El acuerdo lo firman Parrilli y el brasilero Marcio Pochmann. Luego Lula y Cristina dialogarán sobre "los desafíos de la política exterior soberana de América latina".
En el kirchnerismo están convencidos de que es hora de que el gobierno deje de mirar tanto a Washington y empiece a reforzar los lazos entre la dirigencia latinoamericana progresista de manera real y se fijen "puentes sólidos", como le dicen, con China. Los referentes del kirchnerismo creen que la política económica hoy está demasiado enfocada en Estados Unidos y la Unión Europea. De hecho se vio con desagrado la reunión de Alberto Fernández con el francés Emanuel Macron para reflotar el acuerdo Mercosur-Unión Europea sellado en el gobierno de Mauricio Macri.
Por el contrario, en el ala dura del kirchnerismo entienden que es momento de dar lugar protagónico a un actor central como la China de Xi Jinping que contará con fondos frescos para encarar la pos pandemia.