La actividad económica de la Argentina caerá un 2,5% este año, según estimó la consultora Equilibra en su último reporte semanal. Los efectos de la sequía sobre las exportaciones y la recaudación tributaria de retenciones restarán dólares para los sectores productivos, elevarán la inflación y generarán una menor disponibilidad de pesos en las familias, que achicarán consumos.
Para los economistas de Equilibra, "la actividad habría caído casi 4% interanual en junio, lo que implicaría que en el primer semestre del año el Producto Bruto Interno (PBI) cayó 1,8% interanual", con un crecimiento de 1,3% anual en el primer trimestre y una baja del 4,5% entre abril y junio, originada exclusivamente en el sector agropecuario. Sin éste, la actividad trepó 1,5%.
La visión de Equilibra es que la segunda mitad del 2023 estará signada por un mayor "riesgo cambiario e inflacionario", la clásica menor oferta de divisas por estacionalidad y la escasez de dólares en el Banco Central (BCRA).
En consecuencia, habrá menos divisas para las importaciones y la economía tendrá una contracción del 3% interanual en esta etapa, con un descenso del 6% en las actividades demandantes de dólares como la industria, el comercio y la construcción, así como una disminución de apenas 1,5% en los sectores que dependen del consumo de las familias, los no transables.
Equilibra también supone dos escenarios alternativos, en el que si el Gobierno accede a dólares de China y el Fondo Monetario Internacional (FMI) puede contener la caída del PBI anual a 2%, mientras que sin financiamiento de ningún tipo el desplome llegaría a 3%.