El Gobierno envió un avance del proyecto de Presupuesto para 2026 en el que plasma una serie de objetivos que aspira alcanzar hacia fin de este año. Entre ellos se destaca la variación del dólar, exportaciones, superávit, PBI, entre otros. Para 2025, el Gobierno proyectó un crecimiento del PBI del 5,5%, impactado por una suba del sector agropecuario del 2,1% gracias a una cosecha de soja que treparía 1,6% hasta las 49 millones de toneladas. Según los datos de Indec, el Estimador Mensual de la Actividad, que anticipa la variación del PBI, en los primeros cuatro meses del año la actividad económica suma una variación del 6,8% contra igual período de 2024. Las estimaciones privadas para el mes de mayo anticipan un recorte con la suba de abril (7,7%). Para la consultora Orlando Ferreres (OJF), la actividad en mayo subió un 4,6% y acumula un alza del 6%. Hacia adelante, desde OJF esperan que la actividad siga creciendo, pero mantienen dudas sobre la magnitud de la expansión por una menor recuperación de los ingresos de las familias y un régimen cambiario "que resulta perjudicial a algunos sectores orientados al mercado interno". "La baja nominalidad es positiva para la actividad en una mirada amplia, pero la absoluta prioridad que otorga el gobierno al combate contra la inflación deja relegadas opciones de gestión que podrían incentivar la marcha económica", analizaron. Respecto de la campaña de soja, desde la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA-CEC), las ventas acumuladas de la campaña 2024/25 hasta el 18 de junio sumaban más de 23 millones de toneladas, pero no dan por terminadas las ventas. En el Presupuesto, el Gobierno proyecta una evolución para la industria del 5,3% y para el comercio de 7,6%. Según los datos del PBI, en el primer trimestre, la industria acumuló una suba del 5,1% mientras que el comercio registró un alza del 7,3%. Hasta abril, las ventas en supermercados registraban un aumento del 4,3%, pero las ventas en mayoristas sumaban una caída del 6,6%. Por el lado de la demanda, para el consumo privado proyectan una suba del 7,2%. Según datos del PBI, en el primer trimestre ascendió un 11,6%. Hacia adelante, surgen algunas dudas sobre el consumo vinculadas al endeudamiento. Según datos de LCG, la morosidad subió a 4,6% en préstamos personales y a 2,9% en tarjetas, y los bancos mencionan que en mayo y junio aumentó la tendencia. En materia de consumo, anticipan un impacto: "Posiblemente estas cuestiones anticipen una mayor desaceleración en el crecimiento de los préstamos a familias y comiencen a generar dudas sobre la capacidad de seguir sosteniendo el aumento del consumo en los próximos meses". Para la inversión, proyectan una suba del 22,7% para fin de año. Mientras que según Indec, el aumento fue del 31,8% interanual, para OJF, en mayo tuvo una suba del 19,7%. En el acumulado en los primeros cinco meses del año, en maquinarias la suba fue del 47,4%, con mayor impacto de los importados, mientras que en construcción en mayo hubo una caída del 0,5% y suma una expansión del 6,1%. En materia de exportaciones de bienes y servicios, esperan un alza del 3,7% en el año, mientras que en importaciones, la suba sería del 25,2%. En el acumulado hasta mayo, solo en bienes, las exportaciones registraron una suba del 2,6%, mientras que las importaciones acumulan una suba del 34,3%. El superávit comercial se ubicaría en u$s 4913 millones en el año. Hasta mayo, el superávit comercial asciende a u$s 1883 millones. Las estimaciones privadas recortaron sus proyecciones del superávit fuertemente respecto del registrado el año pasado (u$s 18.899 millones). Según las estimaciones del FMI, la balanza comercial tendría un superávit de u$s 9500 millones sin considerar energía. El tipo de cambio nominal esperan que se sitúe en $1229, margen ya superado por el tipo de cambio oficial, que ronda los $1260, mientras que para la inflación proyectaron un 22,7% para diciembre de 2025. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), del Banco Central, la inflación para fin de año se ubicaría en el 27%. En la última semana se resucitaron las dudas sobre el nivel del tipo de cambio. Para Qualy, la debilidad del programa es la sostenibilidad externa. "Las incógnitas sobre el ingreso genuino de dólares -vía inversión productiva o, mejor aún, por exportaciones, aparecen cada vez más fuertes y la decisión de MSCI de mantener al país en la categoría standalone, excluyendo de los índices de mercados emergentes y de frontera, ratifica las incógnitas". En pleno ingreso estacional de dólares por la liquidación de la cosecha, la demanda de divisas acompañó el ingreso. Según Adcap, esta dinámica respondió al pago del aguinaldo, que en parte se habría dolarizado, la demanda por turismo con un aumento anticipado en los viajes al exterior, con una aceleración más rápida que lo habitual, los exportadores cubriéndose a sí mismos y comprando los dólares que ingresaron al MULC, y la especulación de operaciones por parte del Tesoro. El resultado primario hasta mayo de 2025 acumula un superávit del 0,8%. Mientras que el FMI fijó una meta del 1,3%, el Gobierno se comprometió con un objetivo más ambicioso en torno al 1,6% del PBI. Entre enero y mayo, los ingresos impositivos tuvieron una suba del 38,8% interanual y los gastos devengados tuvieron una suba del 54,8%, mientras que el gasto primario trepó un 62,4%. Las prestaciones a la seguridad social, asignaciones familiares y remuneraciones explicaron parte de esta variación. Si bien todavía se mantiene al alza, desde Vectorial analizaron que en junio la recaudación tuvo su menor variación, a excepción de la caída del 17,4% de mayo. "Este desempeño pobre se refleja no solo al comparar con los últimos meses, sino también en la evolución del mes de junio en los últimos 9 años. Si se excluye el 2020, se trata del segundo peor registro de la serie", analizaron.