El próximo domingo, los distintos actores del peronismo pueden tener como primordial objetivo sumar fuerzas legislativas contra las políticas de Javier Milei pero, además, el resultado traerá inevitables consecuencias que afectarán la dinámica política nacional en el corto y el mediano plazo.
Si un buen resultado para el presidente es, según dijo, conseguir el tercio en diputados que le permita sostener sus vetos, para aquellos que se nuclean bajo la denominación Fuerza Patria y asociados, la primera intención es impedirlo.
Claro que luego existen múltiples lecturas posibles que van desde "quedar arriba o abajo" de La Libertad Avanza en una sumatoria nacional de votos o qué porcentaje consigue retener Javier Milei respecto de 2023, hasta cuáles provincias eligen al peronismo por sobre los candidatos libertarios.
Por ejemplo, para La Cámpora, la elección "es distrital". Eso quiere decir que las otras interpretaciones deben ser desechadas y que lo único realmente importante es ganar en más provincias, es decir, "de qué color se pinta el mapa".
En la agrupación que lidera Máximo Kirchner sostienen que hacer la suma de los votos es una interpretación "a posteriori" ya que, en las intermedias, no hay un "distrito único".
Sobre los resultados, sin embargo, están los que esperan una victoria del PJ y de sus aliados y también están quienes auguran una victoria "pírrica" de Milei, por ejemplo, con los libertarios superando al peronismo pero quedando muy lejos del 56 por ciento alcanzado en el balotaje de 2023.
Por otra parte, todos los sectores se permiten abrir un paréntesis de duda sobre el resultado por la implementación de la Boleta Única Papel que, creen, afectará a todos por igual.
En materia de triunfos y derrotas, las listas no son más que elucubraciones que pronostican buenos desempeños en Río Negro, La Pampa, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Formosa, Tucumán y Buenos Aires.
Hay otra lista, la de aquellos distritos en los que asumen buenos desempeños, pero no necesariamente victorias, como el caso de Santa Fe o Tierra del Fuego. Chaco podría ser una sorpresa y la decisión del gobernador radical Leandro Zdero de adelantar el aguinaldo dos meses para ponerlo en el bolsillo de los trabajadores provinciales podría hablar de una maniobra para eludir una derrota a manos de su contrincante, Jorge Milton Capitanich.,
El peronismo de la Ciudad de Buenos Aires carga con el estigma de siempre quedar lejos de un triunfo. Algunas encuestas afirman que Patricia Bullrich no estaría cerca de los históricos números del PRO en el distrito, pero todos creen que ganará la categoría a senadores. En diputados, en cambio, todo es incógnita y sobrevuela la pregunta sobre si Itai Hagman podrá aprovechar el alto desconocimiento de Alejandro Fargosi.
Sin embargo, nadie pone en juego más capital político que Axel Kicillof. Hoy participó de un raid junto a los principales candidatos de Fuerza Patria. Allí volvió a cargar contra el acercamiento a los Estados Unidos, un verdadero eje de la campaña en las últimas semanas.
"Nuestros problemas no se van a solucionar humillándonos para conseguir 20 mil millones de dólares más para la timba: nunca un país se desarrolló convirtiendo a su economía en un casino", dijo y añadió: "Sabemos lo que queremos: un país con industria y trabajo nacional, en el que se cuide y respete nuestra soberanía; con salud y educación pública y gratuita para todos; y con más y mejores derechos para las y los trabajadores".
Más allá de la coyuntura, si la mesa chica del peronismo está integrada por el cristinismo, el massismo, los nuevos actores como Juan Grabois y el movimiento obrero, ninguno de estos ha tomado decisiones más arriesgadas que el gobernador bonaerense en el pasado más reciente.
Aun contra la voluntad de la expresidenta, Kicillof decidió desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires y dio, así, una muestra de su independencia respecto del kirchnerismo que lo vio nacer a la política. Así también fueron las negociaciones de las listas: el gobernador hizo saber que, aun respetando la historia de Cristina, se siente como un par.
Para la confección de las listas jugó fuerte para incluir a dirigentes sindicales. La CGT ya expresó su predilección por el sucesor de Dardo Rocha y él ha construido puentes con ese mundo. Por ejemplo, en medio de la campaña, participó de un acto junto a Héctor Daer para reivindicar a la figura de José Ignacio Rucci, el secretario General de la CGT asesinado en 1974.
Esos gestos son, para muchos, la evidencia de algo que ya se venía. Por ejemplo, en el período anterior soportó y rechazó presiones para que su compañero de fórmula fuera el exintendete de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
Luego, aunque incluyó a funcionarios y ministros de La Cámpora, comenzó a tomar distancia: "Lo vemos como un tipo que escucha a personas que piensan distinto en materia económica. Ahora, en lo político, durante su primer mandato, la consultaba a Cristina para firmar cualquier cosa. Eso ya no pasa", relató un vocero de la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
Mientras Sergio Massa resguarda su capital de "componedor" y Cristina quiere mantener el suyo como líder del progresismo peronista, el mandatario bonaerense teje su alianza con los intendentes, con los sindicalistas y con algunos de sus pares que se sienten repelidos por el kirchnerismo.
La victoria que consiguió en septiembre impactó fuerte en un oficialismo nacional que ha tomado su figura y su gobierno como síntesis de todo lo malo. Esa elección mostró a la Casa Rosada en una posición de debilidad, pero también le dio la chance de rearmar su estrategia.
Todos confían que aquellos números, aunque se achiquen, serán irreversibles y que así, el gobernador habrá conseguido algo que no sucede hace 20 años y que es tener a un peronismo ganador en una intermedia en la provincia de Buenos Aires.
Paradojas de la historia, el último triunfo de ese tipo lo detenta Cristina Fernández, quien derrotó a Hilda "Chiche" Duhalde y, en el mismo gesto, consolidó al kirchnerismo el sector hegemónico en el peronismo. En 2025, la disputa peronista no se manifiesta -aun- en las urnas. Quizá el domingo comience otra historia.