"Cristina Kirchner tiene preso el país para no ir presa ella. Hay un empecinamiento ideológico que ya ni siquiera tiene piedad con lo que viven los sectores más vulnerables. Ella solamente piensa en su delirio".
La periodista y escritora Cristina Pérez criticó duramente a la vicepresidenta, a quien responsabilizó de manera directa por la crisis política e incluso moral en el gobierno del presidente Alberto Fernández.
"Diría que la capacidad estratégica de Cristina para regresar al poder no ha mostrado al mismo tiempo empatía con la realidad del país. Ha pensado solo en ella y creo que eso es lo que la gente le está cobrando", apuntó en relación a las encuestas sobre cómo le irá al Frente de Todos en las elecciones del 14 de noviembre.
La conductora del noticiero central de Telefe desde hace casi 20 años evaluó que "Cristina Kirchner se ha mostrado fuerte en su peor hora cuando siguió construyendo en su bastión más importante, a pesar de la derrota y de estar en total soledad, alineó al peronismo y puso un presidente de cartulina -que tenemos aún- y que no respeta su propia investidura".
"Podríamos haber arreglado con el FMI hace un año, pero no se hizo por Cristina. O sea, Cristina tiene al país de rehén para no ir presa ella", lanzó.
Y agregó: "Quieren convertir a la gente en dependiente de un Estado que cada vez está más famélico". En ese sentido, aseguró que el problema más urgente de la Argentina es la pobreza estructural.
Y lamentó que es abordada solamente a través de paliativos como los planes sociales y medidas polémicas como los precios congelados para intentar contener la inflación y su impacto en el bolsillo.
En ese sentido, aseguró: "Cuando se le falta el respeto a la dignidad de las personas no creyendo que son capaces de ese progreso sino solo sujetos de limosna, estamos haciendo que el país involucione"
Finalmente, Cristina Pérez consideró que "el Gobierno no ofrece futuro, ofrece pasado. Y no tiene autocrítica", al ser consultada sobre las constantes quejas del oficialismo sobre el impacto de la "herencia" del ex presidente Mauricio Macri, como la deuda con el Fondo.
"Hay un momento donde eso venció y la gente demanda resultados concretos de la gestión. El Gobierno usa a Macri como un espantapájaros para no asumir lo que no pudo gestionar con eficiencia", señaló.
Y matizó: "Podemos hablar abiertamente de qué falló en Cambiemos: el gradualismo tal vez fue cándido, había que tomar medidas mucho más concretas y rápidas. Se hizo kirchnerismo de buenos modales en el macrismo y después nos agarró una crisis y hubo que acudir al FMI. Pero si hoy no somos responsables para tratar nuestra deuda, nos va a costar".