En una nueva aparición de Cristina Fernández de Kirchner -con motivo de del 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades-, la exmandataria habló mediante un mensaje de audio desde su departamento de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria desde marzo pasado.
Su voz resonó en la “Plaza Cristina Libre”, un espacio organizado especialmente para ella en el marco del encuentro que este año se desarrolla en la capital correntina.
El audio de seis minutos, cargado de definiciones políticas y críticas al modelo económico vigente, fue recibido con emoción por miles de militantes, organizaciones sociales, sindicatos y agrupaciones feministas que se congregaron bajo el puente interprovincial que une Chaco y Corrientes, donde desplegaron una gigantesca bandera con la consigna “Cristina Libre”.
CFK: “No soy la única privada de libertad”
“Sé que las compañeras militan por nuestra libertad, y no digo mi libertad, porque no soy la única privada de su libertad en la Argentina actual”, comenzó CFK en su mensaje, ampliando el concepto de restricción más allá de lo judicial.
La dirigente peronista ofreció una definición particular de libertad que trascendía lo físico: “La libertad no es caminar por la calle, es poder decidir la vida que cada uno tiene derecho a construir con su trabajo en un país libre de verdad”, expresó, estableciendo un puente entre su situación personal y lo que describió como la realidad de millones de argentinos.
Críticas al modelo económico sin nombrar al Gobierno
Sin mencionar explícitamente al presidente Javier Milei ni a su gestión, Kirchner trazó un panorama sombrío de la situación económica nacional. “Hoy hay millones de argentinos endeudados, hipotecados, privados de la libertad de decidir. En un país que tampoco puede decidir nada a favor de su pueblo”, sostuvo.
La expresidenta enumeró las dificultades cotidianas que, según su lectura, atraviesa la mayoría de la población: “Cada vez tenemos menos tiempo para la familia, menos chances de tener una casa, un auto o unas vacaciones. Esa es la vida que hoy llevan la mayoría de los argentinos”.
También hizo referencia al cierre de comercios y fábricas “todos los días” y transmitió lo que aseguró que le cuentan sobre el ánimo social: “Me dicen que la gente está muy desesperanzada. Hay una tristeza infinita”, afirmó desde su encierro domiciliario.
El núcleo del mensaje de Cristina estuvo en vincular su proscripción con el destino del país. “Que yo esté privada de mi libertad y proscripta es la metáfora perfecta y disciplinadora de una Argentina a la que le están liquidando sus posibilidades de desarrollo y crecimiento económico”, sentenció.
La exjefa de Estado utilizó esta comparación para establecer un paralelismo entre su impedimento de participar en la vida política electoral y lo que considera una restricción del potencial económico nacional.
El mensaje colectivo: “Nadie se salva solo”
Recurriendo a una cita de “El Eternauta”, la icónica historieta de Héctor Germán Oesterheld que se ha convertido en símbolo de resistencia en la cultura política argentina, Cristina subrayó la necesidad de la acción colectiva.
“Va a depender del esfuerzo y el trabajo que hagamos en convencer al resto de los argentinos de que se merecen una vida mejor. Depende de juntar el esfuerzo individual con el de millones en un proyecto colectivo, porque nadie se salva solo”, expresó, marcando una línea de acción para el kirchnerismo y la militancia que la acompaña.
El 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades, que se extendió durante todo el fin de semana en Corrientes con talleres, debates y actividades culturales, estuvo atravesado desde su apertura por referencias a la situación de Cristina Kirchner.
La consigna “No hay democracia con proscripción” resonó en diferentes espacios del encuentro, mientras que remeras, pañuelos y carteles con la leyenda “Cristina Libre” se multiplicaron entre las asistentes.
Organizaciones como la CTA, movimientos sociales del peronismo y referentes feministas vinculadas al kirchnerismo fueron quienes impulsaron el espacio específico dedicado a la expresidenta, marcando una intersección entre la agenda de género y la defensa de la figura política.