Para el Gobierno quedaron atrás los buenos tiempos con Vladimir Putin. La guerra desatada en Ucrania por el Kremlin y las constataciones de severas violaciones a los derechos humanos a raíz de la masacre de civiles detectada en la ciudad de Bucha llevaron a la suspensión de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU.
Este jueves, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la suspensión por 93 votos a favor y solo 24 en contra.
El canciller Santiago Cafiero, luego de hablar con Alberto Fernández, dio la instrucción de que Argentina vote a favor de la resolución que prevé sanciones a los agresores en esta guerra. Y así se hizo.
RUSIA SUSPENDIDA DEL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU: QUÉ SIGNIFICA
Para que Rusia fuera suspendida del CDH, cuya sede está en en Ginebra, hacía falta una mayoría de dos tercios sobre los votos positivos. Ese porcentaje fue superado con creces.
Mientras tanto, en su rol de presidente del Consejo de Derechos Humanos, el embajador argentino ante los organismos con sede en Ginebra, Federico Villegas, será quien deba implementar la sanción que dispuso la Asamblea.
Los antecedentes sobre cómo proceder no son tan claros. Rusia perdería en Ginebra el derecho de voz y voto, pero no así la posibilidad de participar en las audiencias que se celebren para establecer si acaso cometió violaciones a los derechos humanos.
"Con la aprobación, se suspenden los derechos del país como Estado miembro", explicó Villegas a este medio. "Sigue teniendo el asiento pero no puede votar, ni presentar resoluciones, ni intervenir como miembro en los distintos temas del Consejo", aseveró el diplomático radicado en Suiza.
El único antecedente de un Estado suspendido del CDH es Libia. En medio de la guerra civil que culminó con la caída y linchamiento público de Muammar Gadafi, el entonces representante libio en el organismo pidió la suspensión de su propio país, cuestión que a la postre trató la Asamblea General y concedió tal pedido.
Ahora, en cambio, Rusia resistió la sanción y desplegó toda su diplomacia en las últimas horas para impedir lo que considera una vergonzosa retaliación.
Mientras se pone en marcha una comisión investigadora encargada de pesquisar en el terreno los crímenes cometidos por tropas rusas, la decisión que se tomó en Nueva York y que repercutirá en Ginebra implica el reconocimiento de la comunidad internacional de la comisión de "graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos".