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La Cámara de Diputados atravesará este miércoles una fuerte reconfiguración que irá más allá del mero movimiento de bancas y la asunción de 127 nuevos legisladores.

Lo que está en juego tanto para oficialismo como para la oposición es qué poder político tendrán frente a una nueva etapa de reformas estructurales que pretende impulsar el presidente Javier Milei.

La Libertad Avanza llega fortalecida luego del triunfo electoral, mientras que la oposición se reordena y busca no perder poder para interceder de manera real ante los cambios que quiere el Gobierno.

La jornada estará dividida en dos sesiones: a las 11 está previsto un primer encuentro para aceptar renuncias de quienes no asumen a su cargo o que abandonan la cámara para tomar otro lugar, y a las 13 será la sesión preparatoria donde se van a votar las autoridades para los próximos dos años.

Diego Santilli, uno de los diputados electos que renunciará

Lo cierto es que las horas previas fueron calientes en todos los espacios por el codiciado trofeo de la primera minoría. En el último conteo, LLA cuenta con 94 diputados propios, más del doble de lo que tuvo durante los primeros dos años de gestión de Milei.

De la mano de Patricia Bullrich, las últimas incorporaciones fueron Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni, que finalmente se pintaron de violeta. Ya se habían sumado aquí tres de los “radicales con peluca” Luis Picat, Federico Tournier y Mariano Campero.

En tanto, sobre la tarde del martes se conoció la decisión de tres de los diputados de Catamarca que responden al gobernador Raúl Jalil, de abandonar el bloque de Unión por la Patria, lo que deja empatado en 94 la cantidad de legisladores de ambos espacios. La única que resolvió quedarse en el bloque peronista fue Claudia Palladino, alineada a la exgobernadora y senadora Lucía Corpacci.

Sin embargo, queda aún la confirmación sobre si Jorge Fernández, referente puntano que responde a Alberto Rodríguez Saá también abandonará el bloque. 

El recambio no es solo la jura de los nuevos legisladores, sino que también habilita un nuevo reparto del poder interno, donde cada voto, cada bloque y cada alianza transitoria puede alterar el equilibrio político.

La Libertad Avanza (LLA) entró a este tramo final del año con un objetivo explícito: convertirse en la primera minoría de la Cámara baja. No es una meta simbólica; es una jugada estratégica para ordenar su agenda legislativa sin depender de negociaciones individuales que tensan cada votación. 

En ese contexto, Martín Menem será ratificado como presidente de la Cámara de Diputados, un rol que tuvo cuestionamientos durante el armado territorial pero que después fue reconocido a partir del resultado de las elecciones, donde trabajó codo a codo con Karina Milei a nivel federal. Si LLA queda como la primera minoría, le correspondería la vicepresidencia primera, un lugar que estaría reservado para el saliente ministro de Defensa Luis Petri.

Petri podría quedarse con una vicepresidencia

Con ese esquema, Cecilia Moreau quedaría como vicepresidenta segunda y se abriría la discusión sobre la vicepresidencia tercera, reservada naturalmente para la fuerza que se ubique detrás de los bloques mayoritarios.

Allí entran en la puja Provincias Unidas, que responde a los gobernadores de la tercera vía y el otro espacio de los mandatarios del Norte Grande que buscan darle continuidad al espacio de Innovación Federal y no perder peso. Pero la novedad en las últimas horas fue un posible interbloque por convenciencia entre el PRO, la UCR y el MID, con el que podrían superar los 20 legisladores y quedarse con ese lugar estratégico, sobre todo para el reparto de las comisiones. 

La disputa por las comisiones

El criterio con el cual se van a asignar las presidencias y los lugares en las comisiones también era motivo de debate. El reglamento indica que el reparto se debe realizar de manera proporcional, aunque también está la discusión sobre si ese modelo sería el D’Hont, lo que profundizaría la representación de los dos espacios mayoritarios.

Pero también se resolverá a último momento si se tendrán en cuenta la conformación de bloques o interbloques para terminar de definir cuántos lugares tiene cada fuerza. En 2023, se tomó la consideración por bloque, pero ahora hay presiones sobre todo de las terceras fuerzas para poder tener en cuenta las uniones de bancadas bajo un mismo paraguas.