Alberto Fernández llegó a España y poco después de aterrizar, parada previa en la embajada argentina en Madrid, partió a la Moncloa, donde mantuvo un encuentro con el jefe del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, en la tercera etapa de su gira europea en busca de respaldo político para renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y acreedores privados.
El Presidente se reencontró con Sánchez, a quien había visitado antes de ser electo, poco después de imponerse en las PASO. Fernández apenas pasará unas horas en Madrid, donde también será recibido por el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.
Fernández encara su visita a España con gran parte del camino ya allanado por el respaldo que obtuvo ayer de la canciller alemana, Angela Merkel, pero también por gestiones previas que le aseguraron que Sánchez no le iba a dar la espalda.
Y así sucedió, más allá de que no hubo declaraciones formales de ambos, debido a que no se trato de un encuentro de protocolo, sino a un encuentro amistoso entre ambos mandatarios.
El día de Alberto en Madrid
El Presidente arribó al aeropuerto de Barajas a las 10.20 (6.20 de Argentina) en un vuelo comercial de la compañía Iberia, procedente de Berlín, y se dirigió a la residencia del embajador de Argentina en Madrid, a cargo temporalmente del ministro consejero Eduardo Michel.
Allí fue recibido por residentes argentinos que se tomaron fotos con el mandatario.
En esta escala del viaje, Fernández está acompañado por la primera dama Fabiola Yañez, el canciller Felipe Solá; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
El ministro de Economía, Martín Guzmán -cuyo papel fue clave ante Merkel- partió desde Berlín a Roma, acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, para participar del seminario organizado por El Vaticano, en el marco del cual tiene previsto reunirse con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
El gobierno de España sigue muy de cerca el desarrollo de la crisis económica y financiera que atraviesa Argentina, al ser el primer inversor europeo en el país y el segundo a nivel mundial, después de Estados Unidos.
Desde principios de enero, Sánchez encabeza un inédito gobierno de coalición entre su Partido Socialista (PSOE) y UP, partido que tiene afinidad política con el peronismo. Una muestra de ello es que Pablo Gentili, el ex jefe de gabinete del líder de Podemos, Pablo Iglesias, se sumó al equipo del Ministerio de Educación de Argentina.