Los deportistas y las denuncias cada vez están más vinculadas. Esta vez el implicado es Lautaro Acosta, delantero de Lanús que fue denunciado por violencia de género. La damnificada, Ludmila Isabella, hizo un dramático descargo en las redes sociales para contar los golpes, las amenazas y el maltrato verbal que habría recibido en los últimos años.
El histórico futbolista del Granate, con pasado en Boca, niega la acusación y alega que existe una discusión -por temas económicos- después de la separación. Por lo pronto, la causa tramita en un juzgado de familia de Lomas de Zamora.
La joven no sólo presentó la denuncia, sino que además la acompañó con un dramático descargo en su cuenta oficial de Instagram. Allí contó con detalles todas las complicaciones que vivió con el atacante del conjunto de zona sur, aunque no lo mencionó con nombre y apellido, sino que remarcó su profesión y en qué equipo se desempeña actualmente.
Además, dejó en claro que la problemática no es reciente, sino que viene de larga data: la primera denuncia fue en 2019, aunque en este lapso de tiempo no alcanzó para dejar de sufrir las agresiones físicas y verbales del denunciado.
Al estremecedor relato le aportó pruebas. En una historia subió seis fotos entremezcladas en las que se visualizan golpes en el rostro, los brazos y las piernas. Por el momento Lanús no hizo ninguna manifestación pública y el ambiente del fútbol añade otro conflicto de estas características.
La acusación completa de Ludmila, novia de Lautaro Acosta
"Ya no sé qué más hacer, necesito ayuda y hacerlo público para que pague todo lo que me hizo y se deje de manejar con tanta impunidad. Sufrí violencia física, psicóloga y económica, de lo peor que se puedan imaginar, tengo fotos y audios para demostrarlo.
Le hice dos denuncias, una en 2019 y otra hace unos días. A mi ya me cagó la vida, me la arruinó, siempre voy a recordar esas madrugadas que me golpeaba sin parar. Me arrastraba por el piso y hasta llego a darme una patada en la nuca ya tirada en el piso hecha bolita. Una vez llego a amenazarme con una cuchilla blanca que teníamos en casa de carnicero y me la ponía en la panza, me rompía la ropa, me la escupía y pateaba.
Yo iba a la pieza de Beni -su hijo- y me tapaba con la frazada al lado de él para que tenga un poco de compasión y pare o que le de un poco de lástima para poder calmarse, pero eso no pasaba. Me venía a buscar y me sacaba de los pelos hasta nuestra habitación arrastrando y así seguía torturandome. Me sentaba, me hacía que lo mire y que le conteste todo lo que me iba diciendo. Me pegaba golpecitos en la cabeza o sopapos mientras me seguía diciendo barbaridades como ‘No ves que sos una mogoliquita', ‘negra de mierda', ‘puta', ‘no te da la cabeza'. Eso es algo de todo lo que pase. Ni una cuarta parte.
El día a día también fue una tortura, todo lo que yo hacía estaba mal, no servía para nada, era poca cosa, y que él me salvó la vida, que me sacó del barro. Me decía que si yo hacía o decía algo me iba a matar, a mi y a mi familia.
Solo puedo decir que es el padre de mi hijo Benicio y jugador de fútbol del Club Atlético Lanús. Por favor pido ayuda y que esto no vuelva a pasar más. Tengo miedo por mi vida y la vida de mi hijo. Nos a dejó en la calle. Siempre creí en que el iba a cambiar y me equivoqué. Y otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer y menos con un hijo.
Él está impune, viaja, sigue jugando al fútbol y lo gente lo sigue queriendo pese al monstruo de persona que es. Es violento hasta en la cancha y lo demuestra en cada partido. No doy más.
El juzgado de familia número 10 de Lomas de Zamora, todavía no sacó una medida cautelar desde el 08 de junio que hice mi denuncia, y el sigue amenazando. Por favor ayúdenme".