Mientras busca entrenador para reemplazar a Hugo Ibarra, Mariano Herrón tira sus credenciales sobre la mesa: con el exmediocampista como técnico interino, Boca goleó a domicilio (3-0) a Barracas, en un encuentro correspondiente a la novena fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF). Agustín Dattola (en contra), Luca Langoni y Guillermo Fernández anotaron para el Xeneize.
A pesar de las equivalencias en los planteles, el conjunto de La Ribera debía pasar un examen: el psicológico. Fueron días caóticos los vivios en Brandsen 805, debido a que después de una escueta reunión entre el Consejo de Fútbol y el Negro, el exlateral fue despedido de su cargo por la falta de resultados.
Es por eso que la excursión al estadio Claudio Tapia debía significar una reacción emocional aunque también deportiva, contemplando que a la brevedad llegará el debut en la Copa Libertadores. Y eso fue lo que ocurrió, contemplando que fue superior de principio a fin ante un rival que nunca pudo encontrarle la vuelta al desarrollo.
La superioridad del visitante fue muy amplia, aunque empezó a quedar reflejada en el resultado recién a los 28 minutos del primer tiempo. En ese instante Darío Benedetto tiró una diagonal muy pronunciada y quedó perfilado de cara al gol, sacó un remate de derecha que se desvió en el defensor del Guapo y superó la resistencia de Andrés Desábato.
Si bien en el último tiempo cuando se ponía en ventaja adoptaba el instinto de conservación, esta tarde mostró una postura totalmente opuesta. Siguió atacando con la misión de ampliar la cuenta y esa propuesta ambiciosa le permitió liquidar el pleito en la etapa inicial: Luca Langoni (tras un gran centro de Sebastián Villa) y Pol Fernández (después de una asistencia magnífica del Pipa) sentenciaron la historia antes de irse al descanso.
El complemento estuvo de más. Es que al Xeneize le faltó lucidez en los últimos metros para facturar nuevamente, mientras que el Guapo no evidenció ninguna señal como para al menos establecer un descuento que lo ilusionara.