

El 3 de septiembre de 1950, se inauguró el estadio del Racing Club de Avellaneda.
El año próximo, se cumplirán 70 años de esa fecha. El presidente de la Academia, Víctor Blanco, tiene decidido llegar a la celebración con un Cilindro renovado. Tiene un proyecto para modernizar la cancha, cuyo presupuesto total de inversión suma u$s 22 millones.
Para financiarlo, quiere buscar un sponsor que le ponga su nombre a un estadio que, desde su nacimiento, se llama –nada más, ni nada menos- que Juan Domingo Perón.
Así lo anticipó Blanco, en un desayuno que compartió con un grupo de periodistas -entre ellos, El Cronista- para difundir la situación económica y financiera de Racing. Fue en el hotel Savoy, del que Blanco es dueño.
"Si hay dinero, lo ejecutamos en dos años", dijo el presidente académico, en relación al proyecto. La primera fase -con la que se espera llegar al aniversario- insumirá u$s 6 millones. Más que ampliación de capacidad -que la habrá-, el objetivo principal es modernizarlo, sobre todo, en materia de accesos y comodidades.
Hoy, el Cilindro tiene capacidad para 40.000 personas. Con las reformas que proyectan sus dirigentes en pasillos y funcionalidades, podrían ganarse 10.000 ubicaciones más. "También vamos a estar atentos a si hay algún fondo público para estadios, de cara a la Copa América 2020 o al Mundial de 2030. Aunque, del último, ya no se habla tanto", acotó Blanco.
En su último balance anual, cerrado el 31 de agosto del año pasado, Racing recaudó $ 1789,82 millones, el doble que en su ejercicio previo ($ 804,83 millones). Registró un superávit operativo de $ 696,79 millones (habían sido $ 228,9 millones en 2017), con un resultado final positivo de $ 616,52 millones ($ 134,16 millones un año antes). Si bien elevó el monto de previsiones y amortizaciones de sus activos intangibles -de $ 126,39 millones a $ 249,65 millones-, también crecieron sus ingresos por intereses (de $ 16 millones a $ 28,95 millones) y por diferencias de cambio (de $ 21,6 millones a $ 148,19 millones).
"Es la demostración de que una asociación civil se puede manejar como una sociedad anónima sin ser una empresa", resaltó Blanco. Destacó el uso de herramientas de gestión, como los presupuestos. "Hoy, estamos trabajando con el presupuesto de 2020. Nuestra premisa es, siempre, adelantarnos un año", resaltó el dirigente.
Racing, puntualizó, cubre con sus ingresos ordinarios el 85% de sus gastos operativos mensuales. Cierra ese 15% con dinero ahorrado, de transferencias e ingresos extraordinarios pasados. Un factor que incrementó la liquidez fue que el 70% de sus socios (71.500; 27.500 más que hace cinco años y record en la historia del club) está adherido a débito automático. "Cuando asumimos, la morosidad estaba en 18 meses. Hoy, bajó a seis y el objetivo es llevarlo a cuatro", describió.
El mayor egreso de la entidad es el fútbol profesional. En ese sentido, todos los contratos tienen un valor tope de cotización del dólar. "Depende de cuándo llegó el jugador. Si se firmó en 2017, es $ 20; los últimos, hasta agosto, $ 32", destacó.
Otros contratos pesificados son con los sponsors. Racing tiene dos principales: Kappa (indumentaria) y RCA. Celebró recientemente otro con Fiat, que se sumará a la "Guardia Imperial de sponsors" como parte de los festejos por los 100 años de la marca italiana en el país. En tanto, el convenio anunciado hace un par de semanas con Cabify es en dólares. También lo será el que, en estos días, negocia con otra empresa global. Reservan el nombre, cautos de no celebrar antes de tiempo. Como con la Superliga, cuya definición se convierte en agonía.












