El mensaje de Máximo Kirchner para "su banda ricotera", Cristina empoderada y tres figuras de campaña en el conurbano

Una semana más que particular vivió Ariel Sujarchuk, el intendente en uso de licencia pero que atiende en la sede municipal de Escobar. El martes esperaba la presencia de Alberto Fernándezjunto con el ministro Juan Cabandié y el jefe de Estado lo "clavó" cuando ya estaban en el lugar de la inauguración de un modernísimo Parque Solar, único en la región. Dos días después, luego de que realizara un pacífico y empático discurso en su reasunción como presidente del PJ local, Máximo Kirchner, presente también, hizo exactamente lo contrario, volvió a zarandear el débil árbol del Frente de Todos. El jefe comunal, que dejó a cargo de la cotidianeidad administrativa a su amigo Beto Remil, sabía que no iba a tener una semana tranquila, pero tampoco que todo le sería tan traumático, fundamentalmente la no presencia de Fernández el martes pasado. Todo estaba listo, chequeado y reconfirmado. De hecho, desde Ceremonial de la Presidencia, ya habían informado a sus pares de Escobar que el helicóptero, con el presidente dentro, habían partido desde Olivos hacia el Parque Solar, ubicado en Loma Verde, muy próximo al centro de Belén de Escobar. Entonces, Sujarchuk, Remil y Cabandié partieron raudos hacia allá, y cuando llegaron, se anoticiaron que el jefe de estado no iba a estar. Pasaban y pasan cosas. Igualmente, él sabía que el plato fuerte era el jueves, con Máximo Kirchner en su propio acto de Garín. El intendente en uso de licencia habló de escuchar al otro, permitir el disenso, encontrar puntos en común y pidió lo que él hace siempre con sus vecinos, "que siempre empiezan enojados y terminamos todos tirando para el mismo lado". Ese metamensaje no fue tomado muy en cuenta por el presidente del PJ bonaerense. Allí, no sólo fustigó con ganas a quienes le creyeron a Martín Guzmán y "criticaron a Cristina", sino les advirtió que ella está más vigente que nunca. Tampoco se olvidó de los medios, volvió a utilizar cierto tono de persona superada y pidió disculpas por haber llegado tarde al acto. "A mí me trataron de golpista cuando renuncié la presidencia del bloque... Hasta de destituyente. Qué deberíamos pensar de este mentiroso que huyó como....", escucharon sus amigos antes de la actividad de Escobar como previa del discurso que iba a pronunciar después. Lo de la vicepresidenta empoderada fue ratificado a El Cronista por un ministro del gabinete nacional y dos secretarios de estado que tomaron nota que "ella empezó a estar en el día a adía de la gestión. Todo debe pasar por ella también... Vamos a ver cuanto dura esta tregua", reconoció. Otras dos fuentes, entre ellas un secretario de Estado con vínculo directo en La Rosada, ratificaron esta idea y confirmaron que la dupla presidencial y Sergio Massa no sólo se juntaron el miércoles a la noche sino que además congeniaron para rearmar un vínculo todo roto dado que, "ante la crisis, es indispensable que no vuele todo por el aire". "Cristina se dio cuenta que la crisis se la lleva puesta también entonces querrá estar al tanto de todo para corregir lo que ella percibe como una catástrofe. En muchas cosas no tienen la misma mirada que Alberto, pero habrá que ver cómo sigue esta convivencia, que es indispensable", reconoció una de las fuentes al Cronista. Sobre el hijo de los dos presidentes, todos ya tradujeron lo que pretende. "No busca una solución, sino quedar bien con su banda ricotera que lo sigue a todos lados", aunque para esto no lo ayude su enfrentamiento directo con los dirigentes del Movimiento Evita y otras organizaciones sociales, que, igualmente, escucharon sin moverse todo su discurso en Escobar. Según dijo el concejal del Evita de esta localidad, Marcelo Ibarra, "nosotros estamos muy bien, trabajando con Ariel y el discurso de Máximo fue muy bueno". No hay grieta aquí, donde saben que todos pierden. Pegado a Escobar está Tigre, otro distrito en tensión permanente. De otra manera, no fue una semana tranquila para ninguno de los dos máximos referentes locales, el intendente, Julio Zamora, y su ex jefe político, Sergio Massa. Por distintas razones, por supuesto, ambos quedaron más que preocupados por todo lo que pasó. Al jefe comunal, que cuenta con las preferencias de todas las proyecciones de imagen local, lo empezó a desesperar cierto retaceo presupuestario y la falta de asistencia económica sobre proyectos ya planificados. Eso lo obliga a revisar todas sus pautas presupuestarias, lo que lo deja "desnudo" ante las embestidas massistas. "Si son fondos nacionales o provinciales, son sobre proyectos específicos. No sé cuál es su problema en el día a día", se quejan cerca de los tres espacios opositores, representados por Segundo Cernadas, Nicolás Massot... y Sergio Massa. Mientras esto ocurre, varias casas particulares vienen amaneciendo desde hace algunas semanas con carteles pidiendo la llegada de Malena Galmarini como candidata a intendente en 2023. Son lugares donde desarrolla política social la gente de Malena y eso también alarmó al entorno de Zamora. En cuanto a Sergio, su situación osciló entre el optimismo, la decepción, la desilusión y la recomposición. Todo en dos o tres días. Su relación directa y cotidiana, traducen, es con Máximo Kirchner y no con CFK, que le reclamó al presidente que hablara con ella directa y no usara ningún otro tipo de intermediarios. Igualmente, en la reunión del miércoles, él fue parte activa. El jueves, Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales estuvieron en el Conurbano. El primero lo hizo en un distrito más que difícil para la oposición como Moreno, donde jamás ganó un referente opositor desde la creación del Frente para la Victoria y tras la salida del vecinalista Julio Antonio Asseff hace más de dos décadas. Rodríguez Larreta acompañó a Anibal Asseff, el hijo y dirigente más emblemático del PRO de Moreno a una recorrida por Virrey del Pino, una localidad típica del oeste bonaerense, con lugares pudientes y otros que cayeron tras la crisis de la década de los '90. En su recorrida, el jefe comunal siempre estuvo atento a los reclamos y pedidos que le hicieron más de doscientos vecinos y adherentes que lo esperaron en un club local. Luego de una breve caminata, en la que sólo se escuchó un insulto, fue hasta la planta de una reconocida firma de artículos para cocinar, donde escuchó la queja de falta de reglas claras no sólo para invertir sino para trabajar. En privado, Asseff le pidió más presencia de los dirigentes nacionales para revertir los resultados electorales locales, uno de los principales déficit locales. "Este es el cuarto municipio que recorro en el Conurbano en estos dos meses. Porque sé que es así", le susurró el jefe de gobierno porteño. A varios kilómetros de ahí, en la zona norte, en Vicente López un distrito que siempre fue radical hasta que "el japonés" Enrique García se abrazó al kirchnerismo transversal, Gerardo Morales realizó su primer encuentro en el Conurbano bonaerense con la idea de instalar su precandidatura a presidente. "No les tengan miedo a los radicales. Sabemos gobernar y ordenar", les dijo a unos doscientos empresarios pymes reunidos al mediodía y, más tarde, se consagró al colmar el amplísimo salón de actos del comité de distrito de la calle Gutierrez, uno de los pocos que trabajan en todo el conurbano. Hasta allí fueron Maxi Abad y el vecino Gustavo Posse, que empezaron a mostrarse más juntos que hace tiempo. También los acompañó el bonaerense porteño Martín Tetaz.

El mensaje de Máximo Kirchner para "su banda ricotera", Cristina empoderada y tres figuras de campaña en el conurbano

Ariel Sujarchuk tuvo una m ala semana: primero como anfitrión fallido de Alberto y después por el discurso de Máximo en Escobar. En Tigre despliegan cartelaría de Malena. Mientras Rodríguez Larreta y Morales siguen de campaña.bonaerense.

Alejandro Cancelare

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