Fue en el Hotel Alvear. Una reunión a puertas cerradas para los miembros de la Emerging Markets Trade Association (EMTA). Un encuentro para discutir, justo en la víspera de la gran audiencia holdout, el caso NML versus Argentina. Y las implicancias de un fallo que tiene a los propios especialistas deambulando en un laberinto de tecnicismos legales y escenarios múltiples.
El tema interesa mucho. No veías a nadie revisando la Blackberry, comentaba ayer un asistente, que tratará de llegar a la audiencia en Nueva York. Se va a transformar en un hecho pintoresco. Muchos van a terminar yendo para ver quién está.
La mayoría hoy descarta una salida victoriosa. Lo que está en juego, y ocupó ayer la atención de los expertos, es en qué medida se verá afectada la cadena de pagos. Esto es, si se exceptuará al Bank of New York, más allá de que se mantenga el fallo contra el país. No es tan fácil parar los pagos a los bonistas del canje. Pero si la Argentina no puede pagar, ¿qué hace? Va a tener que encontrar otros mecanismos para hacerlo. No parece sencillo. Ni parece ser lo que está buscando. Pero eso no quita que llegado el momento ésa sea la disyuntiva, dijo otro asistente.
De la reunión participaron varios argentinos como disertantes: Marcos Buscaglia (Bank of America), Javier Errecondo (Errecondo, Gonzalez y Funes Abogados) y Diego Ferro, del fondo Greylock.
Ayer, entre los fanáticos del tema, el dato del día era Belize. Sí, Belize. Es que el país, que acaba de reestructurar su deuda, incluyó en sus nuevos bonos una aclaración inédita: especificó cómo interpreta la vaga cláusula pari passu. Y rechazó una lectura como la que hoy busca imponerse a la Argentina. Tres líneas que pueden ahorrarle una década de litigio.