El gobierno se aproxima a cumplir los dos años de gestión el 10 de diciembre. Ya se pueden obtener diferentes patrones de conducta que a su vez permiten anticipar movimientos para los próximos dos años. Más cuando se toma en cuenta que los primeros dos años fueron, son, más complicados que los siguientes dos. Recordar el sujeto que comía pochoclo en Cariló en verano del 2024 anticipando golpes en Semana Santa. En materia cambiaria, las decisiones adoptadas desde el 2023 apuntaron al cero riesgo, preferible pecar de demorar medidas antes que tomarlas apresuradamente y lamentarse después. Y todo indica que esta filosofía se mantendrá en los próximos dos años. Javier Milei señaló la semana pasada que las bandas de flotación seguirán hasta diciembre del 2027 (fin de su actual mandato) como mínimo. Bilardismo. Si en abril pasado, al momento de levantar el cepo a personas humanas, se hubieran levantado todas las restricciones cambiarias, hubiera sido un impulso a la economía y a la llegada de inversiones. Pero ¿hubiera resistido los misiles anti equilibrio fiscal lanzados desde el Congreso a partir de junio? ¿Hubiera alcanzado la asistencia de Scott Bessent? ¿Se hubiera producido el mismo resultado electoral? De nuevo, bilardismo oficial aplicado a la economía. Importa el resultado. Y el “resultado” no pasaba tanto por lograr el crecimiento económico sino por superar la virulenta previa electoral y lograr un triunfo en las elecciones del 26 de octubre. El “equipo que gana no se cambia” se refiere no sólo a personas sino también a los lineamientos del plan oficial. El fin de semana hubo algo de ruido por un artículo de Bloomberg señalando que se iba a cambiar el ritmo del 1% mensual de suba del techo, baja del piso, de la banda de flotación al 1,5%. Un banquero asistente a las oficinas del JP Morgan en Nueva York a la presentación de Luis Caputo de dos horas con preguntas, destacó a El Cronista que “fue sacada totalmente de contexto esa frase”. Iría en contra de la filosofía oficial imperante. ¿Qué falta para que el riesgo país se ubique por debajo de los 500 puntos? En Wall Street sostienen que desearían ver al BCRA sumando reservas, a un tipo de cambio competitivo y un stock de deuda bajo. Es el triángulo de oro para que la Argentina se contagie de sus vecinos y vaya a niveles normales de riesgo país. El patrón de conducta oficial de los primeros dos años permite inferir que el equipo económico dejará correr las semanas y que llegará a ese triángulo con el paso del tiempo. BCRA comprará reservas con el aumento de la demanda de pesos. El dólar competitivo si ya no lo es, está cerca de los actuales valores. Deuda no es alta (hay mucha senior en FMI y organismos) pero hay que estirar vencimientos. El bilardismo impera.