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Más de 14 países han decidido prohibir el uso del dólar estadounidense en sus economías internas. La medida, anunciada en abril de 2025 y vigente hasta la fecha, responde a un contexto de tensiones comerciales y geopolíticas marcado por las agresivas políticas arancelarias de EstadosUnidos bajo la administración de Donald Trump.

Con esta decisión, las naciones involucradas buscan reducir su dependencia del dólar, fortalecer sus monedas locales y protegerse de los efectos de la política exterior estadounidense.

Este movimiento ha sido interpretado por analistas como una de las señales más visibles del avance de la desdolarización global, una tendencia que podría alterar el equilibrio económico internacional en los próximos años.

Aunque no implica la desaparición del dólar como moneda de reserva mundial, sí representa un desafío simbólico y práctico a su hegemonía y una advertencia para los mercados financieros sobre el impacto de las políticas proteccionistas en la estabilidad del sistema monetario.

Resumen del fenómeno: respuesta a los aranceles de Trump

Desde abril de 2025, 14 países han prohibido formalmente el uso del dólar estadounidense en transacciones locales. Esta medida fue una respuesta directa a los aranceles unilaterales impuestos por el expresidente Donald Trump, como parte de una estrategia para reducir la dependencia del dólar y proteger las economías nacionales.

Los países que adoptaron esta decisión son: Corea del Norte, Cuba, Irán, Venezuela, Zimbabue, Siria, Sudán, Afganistán, Argelia, Nepal, Bangladesh, Etiopía, Myanmar y Nigeria. Además, estas naciones promovieron activamente el uso de susmonedas locales para reemplazar la divisa estadounidense.

Qué implican estas prohibiciones: objetivos y efectos en la economía

La decisión de prohibir el dólar no solo refleja un gesto simbólico, sino una política económica concreta con múltiples objetivos:

  • Desdolarización: reducir la influencia del dólar dentro de sus economías y evitar la dependencia frente a decisiones monetarias externas.
  • Fortalecimiento del uso de divisas locales: promover sus propias monedas, como el afgani, la libra siria o la naira, en el comercio interno y externo.
  • Respuesta geopolítica y comercial: los países buscaron proteger sus economías frente a los aranceles del "Día de la Liberación" de Trump, los cuales generaron una oleada global de tensión, incluido un colapso bursátil, impulsando movimientos de resistencia económica.