En esta noticia

Investigadores quedaron sorprendidos al encontrar indicios que vinculan la desaparición de Homo floresiensis con sequías prolongadas, erupciones y la llegada de Homo sapiens a la isla de Flores. Estos homínidos son conocidos comúnmente como “Hobbits”, por su parecido a los famosos personajes del autor J.R.R. Tolkien.

El estudio publicado en Communications Earth & Environment plantea que una serie de cambios ambientales forzó a los diminutos homínidos a competir por recursos y, finalmente, a desaparecer hace alrededor de 50.000 años. El trabajo combina análisis de estalagmitas, datación de restos y estudios sobre la fauna local para reconstruir un escenario de estrés hídrico y presión humana.

Los autores reconstruyeron un retroceso marcado de las precipitaciones desde aproximadamente 61.000 años atrás, lo que redujo ríos y zonas de pastoreo esenciales para la megafauna local. Ese contexto climático, sumado a una erupción volcánica que cubrió parte del territorio, habría empujado a los hobbits hacia las zonas costeras, aumentando el contacto con humanos modernos.

Evidencia climática y arqueológica

Según los resultados, las precipitaciones pasaron de niveles mucho más altos a cifras notablemente menores, situación que se mantuvo hasta la desaparición conocida de la especie.

La desaparición de los hobbits está relacionada con sequías que los llevaron a encuentros con los humanos modernos (Fuente: archivo).
La desaparición de los hobbits está relacionada con sequías que los llevaron a encuentros con los humanos modernos (Fuente: archivo).Wikimedia Commons

El estudio también muestra que el declive de poblaciones de Stegodon (un elefante pigmeo que era presa habitual) precedió al colapso final, lo que refuerza la hipótesis de escasez de recursos. Ante esto, los hobbits seguía a sus presas hacia la costa, donde la competencia con Homo sapiens sería inevitable.

Expertos analizan el final de los hobbits

Nick Scroxton, coautor del estudio en University College Dublin, señaló que “la nueva evidencia sugiere un periodo de sequía extrema que pudo haber contribuido a la desaparición de los hobbits”. Ese empuje hacia la costa implicó mayor contacto con humanos modernos que ya se expandían en la región.

El paleontólogo Julien Louys advirtió que en islas pequeñas “cuando las cosas se secan, un animal no puede simplemente salir del territorio, y los refugios disponibles desaparecen o se saturan rápidamente”. Esa limitación espacial intensificó la competencia por recursos finitos.