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Un grupo de astrónomos descubrió un fenómeno fascinante y sorprendente: el Sol se está evaporando.

El viento solar es un flujo constante de protones y electrones que viajan a velocidades de hasta 500 kilómetros por segundo. Este fenómeno es causado por las altísimas temperaturas en la corona solar, la capa más externa del Sol, que alcanza temperaturas de millones de grados Celsius, mucho más altas que las de su superficie.

¿Qué es el viento solar y cómo afecta al Sol?

En la corona solar, los intensos campos magnéticos calientan el gas y el plasma a temperaturas tan altas que los electrones y los núcleos atómicos se separan.

A unos 10 millones de kilómetros de la fotosfera (la superficie visible del Sol), el gas se calienta tanto que escapa de la gravedad del Sol, dispersándose en el espacio. Este fenómeno es lo que se conoce como la "evaporación" del Sol.

¿Cuánto del Sol se pierde por día?

Aunque el Sol pierde alrededor de cien mil millones de toneladas de materia cada día debido al viento solar, esta cantidad representa apenas el 0,1% de su masa total desde su formación hace 4.600 millones de años.

Así, aunque parece una cifra impresionante, en realidad el Sol continuará con su proceso de emisión de viento solar durante miles de millones de años más sin que esto afecte su estabilidad.

Fuente: ShutterstockAlones

Este proceso puede parecer alarmante, sin embargo, se trata de un evento natural que ocurre de forma constante debido al viento solar. ¿El motivo? El rol de un flujo de partículas cargadas que se desplazan a gran velocidad desde la corona solar hacia el espacio.

Agujeros solares: ¿Cómo se forman y qué impacto tienen?

Otro aspecto interesante del fenómeno del viento solar son los agujeros solares. Descubiertos en la década de 1970, estos agujeros son zonas oscuras en la corona solar donde el viento solar escapa con mayor facilidad.

Se forman debido a inestabilidades en el campo magnético solar, lo que provoca que las líneas magnéticas, en lugar de rodear el Sol, se abran hacia el espacio exterior. Esto crea una vía por donde las partículas cargadas pueden escapar, generando el viento solar.

Los agujeros solares pueden variar en tamaño y duración. Algunos de ellos pueden albergar planetas del tamaño de Neptuno dentro de su interior. Además, aunque estos agujeros pueden formarse y desaparecer en cuestión de horas o días, en ocasiones se generan agujeros gigantes que atraviesan el Sol de polo a polo, aunque estos son más raros y solo ocurren cada varios años.