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El Tribunal Supremo de Estados Unidos levantó el bloqueo impuesto por un tribunal federal que había detenido las deportaciones sumarias de venezolanos bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
Esta decisión representa una victoria para la administración del presidente Donald Trump, permitiendo que el gobierno de EE. UU. continúe con las deportaciones de inmigrantes venezolanos, una medida que se había utilizado en tiempos de guerra y que ahora se aplica en un contexto migratorio.
Adiós, deportaciones: ¿Qué es la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798?
La Ley de Enemigos Extranjeros, invocada por primera vez el 15 de marzo de 2025 por la administración Trump, otorga al presidente el poder de deportar a extranjeros sin la necesidad de una audiencia judicial.
Esta ley, históricamente, solo se había usado en situaciones bélicas, como durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, para justificar las deportaciones de inmigrantes de países enemigos, incluidos alemanes, italianos y japoneses.

En el caso actual, se utilizó para deportar a venezolanos presuntamente vinculados al "Tren de Aragua", una banda transnacional acusada de infiltrarse en el gobierno de Nicolás Maduro.
El fallo del Tribunal Supremo y sus implicaciones
La Corte Suprema de EE. UU. votó a favor de levantar el bloqueo a las deportaciones con cinco votos a favor y cuatro en contra. Esta decisión permite al gobierno federal continuar con las deportaciones sin necesidad de una audiencia judicial, tal como establece la Ley de Enemigos Extranjeros.

La disputa legal surgió cuando un grupo de venezolanos bajo custodia de las autoridades migratorias estadounidenses, apoyados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), impugnaron la legalidad de la deportación. Alegaron que esta ley solo debería aplicarse en tiempos de guerra o en caso de invasión.
Cuál es el contexto y la crítica a la ley
Este fallo resalta un tema controversial: la aplicación de una ley de 1798 en tiempos de paz. La Ley de Enemigos Extranjeros había sido utilizada en el pasado para internar a inmigrantes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, lo que desató críticas por su carácter discriminatorio.
El gobierno de EE. UU. defendió su uso bajo el argumento de que es una cuestión de seguridad nacional urgente, y que el presidente tiene autoridad para decidir sobre la deportación de individuos considerados una amenaza.
Aunque la Corte Suprema permitió que se reanudaran las deportaciones, determinó que los migrantes detenidos tienen derecho a ser notificados y a impugnar su deportación en tribunales en el estado de Texas, donde se encuentran bajo custodia.
A pesar de este avance para el gobierno, la batalla legal continúa, y no está claro si la aplicación de esta ley será utilizada en otros casos de inmigrantes venezolanos o de otros países.
Estas son las implicaciones para la comunidad venezolana en EE. UU.
La nueva legislación afectará directamente a la comunidad venezolana en EE. UU., especialmente a aquellos detenidos bajo la sospecha de estar relacionados con actividades delictivas o del crimen organizado.

La aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros también abre un precedente en cuanto al uso de poderes ejecutivos en temas migratorios, lo que podría influir en futuras políticas de deportación y control migratorio bajo administraciones posteriores.










