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El 26 de enero de 2025, Colombia vivió una jornada de alta tensión diplomática con Estados Unidos, pero también un hito que podría marcar un antes y un después en las relaciones bilaterales.
Tras un día de desacuerdos y medidas punitivas, se alcanzó un acuerdo histórico que beneficia directamente a los inmigrantes colombianos en suelo estadounidense.
Colombia vs. Estados Unidos: ¿Qué pasó entre ambos países?
El día comenzó con una decisión sorpresiva por parte del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien rechazó la autorización para que dos aviones militares de EE. UU. aterrizaran en Colombia, con el propósito de traer de vuelta a 160 colombianos deportados por estar en situación migratoria irregular.
Esta medida causó una fuerte reacción por parte de Gobierno de los Estados Unidos, que impuso sanciones económicas y restricciones migratorias contra funcionarios colombianos y sectores comerciales, buscando presionar al gobierno de Petro para que aceptara la repatriación.
Acuerdo histórico: ¿Cómo se resolvió el conflicto entre Colombia y Estados Unidos?
A medida que las tensiones aumentaban, y con las sanciones ya implementadas, alrededor de las 10 p. m. la Casa Blanca anunció que ambos países habían llegado a un acuerdo.
Colombia aceptaría finalmente la devolución de los 160 deportados, sin restricciones ni demoras. Este compromiso de parte del Gobierno de Colombia permitió que se suspendieran las sanciones económicas y las restricciones migratorias impuestas previamente.
Según el comunicado oficial, Estados Unidos se comprometió a garantizar que el proceso de deportación se realizara de manera segura y ordenada, y que los colombianos retornaran a su país sin perjuicio.
Además, se estableció que, mientras se cumpla con el acuerdo, las sanciones que afectaban a funcionarios colombianos no se aplicarían, aunque las restricciones de visa y las inspecciones más estrictas seguirían en vigor hasta el regreso de los deportados.
¿Cómo resolvió el conflicto el Gobierno de Colombia?
El gobierno de Petro, a pesar de su firme postura en defensa de la soberanía nacional, aceptó la repatriación, pero con condiciones claras para asegurar el trato digno de los deportados. El Presidente incluso dispuso el uso del avión presidencial para facilitar el regreso de los colombianos.
Este acuerdo pone el foco en la importancia de la diplomacia en la resolución de conflictos internacionales. Además, refleja un esfuerzo por proteger los derechos de los colombianos, tanto dentro como fuera de su país.
Aunque las medidas migratorias siguen siendo estrictas, el compromiso de ambas naciones abre la puerta para un trato más justo hacia los colombianos deportados, garantizando su regreso bajo condiciones humanas.