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América Latina se prepara para uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de su historia: el Tren Bioceánico de Integración, una vía ferroviaria que busca unir el océano Atlántico con el Pacífico atravesando cinco países del continente.
La iniciativa promete revolucionar el comercio regional, reducir costos logísticos y fortalecer los lazos económicos entre Brasil, Bolivia, Perú, Paraguay y Argentina.
El megaproyecto, impulsado principalmente por Bolivia y Brasil, pretende convertirse en una alternativa eficiente al transporte marítimo, permitiendo que las exportaciones sudamericanas lleguen a Asia y Europa en menos tiempo y con menores costos.
Un corredor ferroviario que atravesará el corazón de Sudamérica
El Tren Bioceánico de Integración recorrerá más de 3.700 kilómetros desde el puerto de Santos (Brasil), en el Atlántico, hasta el puerto de Ilo (Perú), sobre el Pacífico. En su trayecto atravesará el territorio boliviano, con ramales que se extenderán hacia Argentina y Paraguay, integrando así el Cono Sur en una misma red ferroviaria.

El trazado principal pasará por las ciudades de Campo Grande (Brasil), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y La Paz, para luego cruzar hacia Desaguadero y finalmente llegar al puerto peruano de Ilo. Con esta conexión, los países podrán transportar productos agrícolas, minerales e industriales de un océano a otro en menos de 10 días, una reducción significativa respecto a los 30 días promedio que demora el comercio marítimo.
Objetivos y beneficios del Tren Bioceánico
El proyecto tiene como objetivo impulsar la integración económica de América del Sur, reducir los costos logísticos del comercio exterior y potenciar el desarrollo de las regiones interiores, muchas de las cuales permanecen aisladas de los grandes centros portuarios.
Entre sus principales beneficios se destacan:
- Menor tiempo de transporte entre Asia y América del Sur.
- Aumento de la competitividad de los productos regionales.
- Generación de empleo durante la construcción y operación del tren.
- Desarrollo económico local en las zonas rurales atravesadas por la vía.
- Promoción del turismo y la conectividad entre los países del bloque.
Una inversión millonaria con interés internacional
El costo estimado del Tren Bioceánico supera los 10.000 millones de dólares, y ha despertado el interés de potencias como China y Alemania, que han ofrecido apoyo técnico y financiero.
Mientras China busca fortalecer sus rutas comerciales hacia América Latina, Alemania ha mostrado disposición a aportar tecnología ferroviaria avanzada y experiencia en grandes obras de infraestructura.
El financiamiento se encuentra en evaluación, y los gobiernos participantes analizan distintas modalidades de cooperación público-privada para concretar el proyecto sin comprometer la estabilidad fiscal de los países involucrados.

Bolivia, eje central del megaproyecto
Bolivia ocupa un papel clave en el trazado, ya que su territorio servirá de conexión natural entre Brasil y Perú. Para el país, el proyecto representa una oportunidad histórica: recuperar su acceso estratégico al mar mediante una infraestructura que le permita participar activamente en el comercio internacional.
El Gobierno boliviano ha liderado las gestiones diplomáticas para garantizar la viabilidad técnica y ambiental del tren, y mantiene reuniones periódicas con los demás países involucrados para coordinar la planificación de obras.
Estado actual y próximos pasos
Aunque el proyecto se encuentra en fase de planificación, en 2025 los gobiernos de Bolivia, Brasil y Perú retomaron los estudios de factibilidad técnica y ambiental. El objetivo es iniciar la primera etapa del corredor en los próximos años, priorizando los tramos que presentan mayor viabilidad económica y logística.
Los países participantes también buscan la cooperación de organismos internacionales y bancos de desarrollo para asegurar el financiamiento y la supervisión de la obra.










