La Torre Jeddah se perfila como uno de los proyectos más ambiciosos del planeta. Con una altura proyectada de 1000 metros, este rascacielos pretende romper todos los récords conocidos y consolidar a Arabia Saudí como un referente mundial en construcción de gran escala. Sus cimientos ya están en desarrollo y marcan el inicio de una estructura llamada a transformar el horizonte urbano.
El edificio no surge de manera aislada. Forma parte de una estrategia nacional más amplia que busca diversificar la economía saudí y posicionar al país como polo de innovación. Dentro de este plan, la torre se convierte en el símbolo visible de una apuesta por la arquitectura extrema, capaz de combinar poder económico, diseño y tecnología.
Un diseño que desafía los límites de la arquitectura
El proyecto fue concebido por el estudio Adrian Smith + Gordon Gill, responsables también del Burj Khalifa, actual rascacielos más alto del mundo. En esta ocasión, el reto es aún mayor: superar la marca de Dubái y llevar la construcción vertical a un nuevo umbral, con una altura que, de concretarse, duplicará muchos edificios icónicos.
La forma del rascacielos está inspirada en elementos naturales del desierto, con una silueta estilizada de cristal que reduce el impacto del viento. Los planos prevén 157 plantas y un complejo sistema de ascensores de alta velocidad, diseñados para recorrer enormes distancias internas en pocos segundos.
El corazón de un nuevo desarrollo urbano
La torre será el eje central de Kingdom City, un megaproyecto urbano valorado en cerca de 20.000 millones de dólares. Este desarrollo incluirá hospitales, universidades, centros educativos y zonas residenciales destinadas a unas 100.000 personas, consolidando un nuevo núcleo económico en la ciudad de Yeda.
En el interior del rascacielos habrá residencias de lujo, oficinas, áreas comerciales y un hotel de alta gama. Uno de los mayores atractivos estará en las plantas superiores, donde se ubicará el mirador más alto del mundo, con vistas panorámicas al mar Rojo y al entorno urbano.
Ingeniería extrema para sostener un coloso
Las obras se reactivaron a comienzos de este año tras un periodo de pausa y ya alcanzan decenas de plantas en su núcleo central. Uno de los principales desafíos ha sido el manejo del hormigón a grandes alturas, una tarea que exige tecnología y precisión inéditas en proyectos de este tamaño.
La firma de ingeniería Thornton Tomasetti explicó que el diseño estructural prioriza la eficiencia y la estabilidad frente al viento. La torre se apoya sobre una losa de cimentación de cinco metros de espesor y más de 270 pilotes profundos, capaces de sostener el peso del futuro edificio más alto del mundo. Si el calendario se cumple, la Torre Jeddah estaría finalizada en 2028, convirtiéndose en un nuevo referente de la construcción global.