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El pasaje Ruperto Godoy, en Flores, es el epicentro de nuevas propuestas gastronómicas que atrae a un público cada vez más amplio y se caracteriza por sus tiendas y comercios que imitan el estilo coreano.
Por esas cuadras se puede acompañar el café con leche del desayuno con un pan relleno de porotos negros dulces o bien probar una hamburguesa con kimchi para la hora del almuerzo.
SHIBA CAFFÉ: LA INFUSIÓN INSPIRADA EN EL PERRO DE LA CRIPTOMONEDA
El café de especialidad Shiba Caffé, con una estética muy bien lograda que incluye sombrillas coloradas, es la última novedad del barrio. Hace poco menos de un año que Darío Vulpes, creador y ex dueño de las famosas tortas Scarlet abrió su local de indumentaria en la zona (que lleva su mismo apellido).
Menos de 12 meses después inauguró Shiba Caffé, en Felipe Vallese 3087, donde asegura que sirven el mejor cold brew del barrio. Por fuera de él, en los días de calor se vende mucho ice capuccino, queademás de leche con hielo, incluye avellana, canela, caramelo o vainilla.
Para acompañar hay tostados gourmet (uno de ellos lleva pan de masa madre, paté de funghi y tres quesos) y opciones dulces. Los más pedidos: los dátiles rellenos de mantequilla de maní y cubiertos con cacao al 70% y un toque de sal marina. Es un snack casi perfecto: riquísimos, con mucha energía, totalmente veganos y gluten free.
PRÓXIMAMENTE, PAGOS CON CRIPTO
El nombre del local hace referencia a la raza de perro japonesa "shiba inu". Es también el nombre de una criptomoneda, que Vulpes asegura aceptarán como medio de pago próximamente.
Su primer café se sirve a las 7:30 y el último a las 16:20, y desde el momento en que levanta su persiana, la barra de Shiba se vuelve el punto de encuentro de diferentes personas, historias y culturas.
Recientemente sumaron el sambusak a sus opciones a la hora del almuerzo. Se trata de una creación que fue repensada y rebautizada a lo largo de los siglos. Hoy tiene muchos nombres: samosa, shingara, sambusaj, sambuse. Su origen se pierde en los orígenes de la civilización pero se cree que nació en Asia Central y luego pasó a África, desde donde llegó a Europa, India y China.
Hay muchas formas de hacer sambusak, pero los de Shiba tienen una receta que mantiene toda esta historia que atraviesa culturas, religiones y países a la que le suma el toque argentino. No es lo único que sumaron a su carta, también ofrecen bohios. Se trata de unos de los bocados más distintivos de la cocina sefaradí. Está preparado con una masa aceitada y horneada muy fina (no es masa filo) y rociada de queso sardo mientras que su relleno tiene acelga, queso oriental y cebolla salteada.
