El nuevo rol del Compliance en el mundo corporativo: qué es y cómo funciona
La incorporación de inteligencia artificial y procesos integrados transforma al Compliance en un motor de innovación y eficiencia organizacional.
La función del Compliance se consolida como un actor clave no solo para mitigar riesgos sino también para generar un valor estratégico en un entorno global donde las expectativas sobre ética e integridad están en constante evolución.
La reciente encuesta global de integridad de EY, que incluyó la opinión de más de 5.400 participantes en todo el mundo, arrojó resultados mixtos. Aunque los estándares éticos mejoraron, persisten desafíos significativos en esta cuestión.
En Argentina, un 13% de los encuestados señaló haber enfrentado incidentes graves de integridad en los últimos dos años. "A pesar de la mayor conciencia sobre la importancia de la integridad corporativa, muchas organizaciones aún no cuentan con elementos clave para construir o reforzar una cultura de integridad", señala Leandro Dores, socio a cargo de Servicios de Integridad e Investigaciones de EY Argentina.
Dores afirmó que "los estándares de integridad corporativa parecen estar en aumento, impulsados por una mejor orientación de la gerencia y una regulación global más sólida. Sin embargo, los casos en que los participantes afirman que el cumplimiento en sus organizaciones se ha deteriorado se duplicaron desde la última encuesta".
El socio de EY lidera un equipo multidisciplinario que con el uso intensivo de tecnologías específicas ayuda a compañías locales e internacionales de todos los sectores a prevenir, detectar y responder a eventos de incumplimientos y fraude. "El equipo está compuesto por especialistas en Compliance, Investigaciones y tecnología, estamos integrados en LATAM y formamos parte de una red global. "Nuestro objetivo es proteger el valor y reputación de las compañías", comenta Dores.
Una nueva forma de Compliance
Anteriormente, el Compliance se interpretaba como una área enfocada en mitigar riesgos legales y financieros. Hoy, la actividad amplió su alcance hacia cuestiones como la sostenibiidad, la ciberseguridad y la promoción de una cultura ética corporativa.
"La función de Compliance en la actualidad multiplicó sus áreas de injerencia y responsabilidad y paso de ser un factor de reducción de riesgos a uno que aporta valor a las organizaciones y plantea numerosos desafíos para su buen funcionamiento", explica Dores.
No obstante, el socio de EY aclara que esta evolución enfrenta "restricciones presupuestarías, falta de recursos multidisciplinarios capacitados y avances vertiginosos de la tecnología (IA Generativa, y otras tecnologías), mientras que aumentan las necesidades de las compañías de estar más conectados internacionalmente, aprovechando oportunidades comerciales que puedan surgir de una economía más estable".
Compliance como aliado estratégico y tecnológico
El Compliance puede ser un aportador de valor para las compañías y obtener grandes beneficios. Un ejemplo es el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), donde las empresas locales con programas de integridad robustos tienen mayores probabilidades de atraer inversiones extranjeras.
"Las compañías locales que tengan programas de Compliance que incorporen procedimientos robustos y concretos de análisis de riesgos, debida diligencia de terceros, sostenibilidad y responsabilidad social, monitoreo del programa de integridad, etc. van a tener mayor facilidad para fondear proyectos", señala Dores.
Además, agrega que "un programa de Compliance bien estructurado puede identificar y corregir ineficiencias operativas, mejorando la productividad y reduciendo costos".
Por otro lado, las herramientas tecnológicas están revolucionando la manera en que las organizaciones gestionan la integridad y las empresas se están adaptando.
"Lo que observamos en las organizaciones que lideran la modernización de la función de Compliance es la utilización de plataformas integradas de gestión del cumplimiento corporativo, ya no solo es contar con una línea de denuncias básica, es que la misma sea un elemento conectado con los demás elementos del programa de integridad, como la evaluación de riesgos a lo largo de toda la organización, la debida diligencia de terceros, los repositorios de políticas y procedimientos, el Testing transaccional, el proceso de investigación y remediación y el monitoreo del funcionamiento del programa", resalta Dores.
Sin embargo, el avance de tecnología y la IA también presenta riesgos. "El lado negativo, como se esperaba, es el desarrollo de herramientas como FraudGPT y WormGPT, que utilizan IA generativa para facilitar el cibercrimen y el fraude", advierte Dores.