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En el actual escenario corporativo, la sostenibilidad dejó de ser un tema “periférico” o de relaciones públicas para instalarse en el corazón del gobierno de las empresas. Lo que antes era terreno exclusivo de las áreas de sustentabilidad, hoy es una prioridad estratégica en la mesa del Director Financiero (CFO).

Este cambio de paradigma responde a una realidad ineludible: los inversores y accionistas ya no solo demandan rentabilidad, sino transparencia total sobre los impactos financieros de los riesgos ambientales y sociales. Ante este escenario, la figura del CFO emerge como el garante natural de la integridad de esa información.

Orlando Scarpelli, Socio Líder de Assurance en Sostenibilidad y Cambio Climático para Cono Sur en Deloitte
Orlando Scarpelli, Socio Líder de Assurance en Sostenibilidad y Cambio Climático para Cono Sur en Deloitte

De los balances contables al reporte ESG

La transición hacia una responsabilidad compartida entre el Director de Sostenibilidad (CSO) y el CFO no es una casualidad. Los directores financieros aportan una experiencia crítica en control interno, armado de informes y aseguramiento, capacidades que son directamente aplicables a las nuevas y rigurosas demandas regulatorias en materia de clima y sostenibilidad.

Sin embargo, el desafío no es menor. Para estar a la altura, las organizaciones están dejando de lado los esfuerzos aislados para construir marcos de gobernanza claros y equipos dedicados con conocimientos técnicos específicos. La consigna es clara: para que un reporte de sostenibilidad sea creíble, debe tener el mismo rigor que un estado financiero.

El dato como activo: la batalla por la calidad de la información

Uno de los mayores obstáculos que enfrentan las empresas hoy es la calidad de los datos. Un informe de sostenibilidad es tan valioso como la información que lo sustenta, y el CFO debe ser el primer promotor de la transparencia sobre las brechas detectadas.

¿Por qué es vital esta precisión?

  • Decisiones inteligentes: Una información íntegra permite una mejor toma de decisiones estratégicas.
  • Ahorro operativo: Controlar el consumo de recursos y la generación de residuos no solo cumple con la norma, sino que permite identificar áreas de ineficiencia y reducir costos de forma directa.
  • Diferenciación: Integrar la sostenibilidad en la estrategia a largo plazo genera valor para todos los grupos de interés y desbloquea ahorros continuos.

Tecnología y automatización: los nuevos aliados del área financiera

Para no quedar rezagados ante normativas que evolucionan a gran velocidad, los CFOs están incorporando tecnología para la automatización de datos. Herramientas de recopilación y validación no solo reducen el margen de error humano, sino que liberan tiempo para que el equipo financiero se enfoque en el análisis estratégico de alto valor.

Al automatizar las tareas operativas, el CFO puede alinear las revelaciones con los estándares internacionales y generar resultados confiables para el posterior aseguramiento externo.

Un movimiento estratégico hacia el futuro

El papel del CFO sigue evolucionando hacia un perfil mucho más integral. Al incorporar la sostenibilidad de forma proactiva en la planificación financiera y la gestión de riesgos, el director financiero deja de ser un mero “supervisor de cumplimiento” para convertirse en el arquitecto del éxito empresarial a largo plazo.

Como destaca Orlando Scarpelli, Socio Líder de Assurance en Sostenibilidad y Cambio Climático para Cono Sur en Deloitte, el éxito de este proceso radica en el trabajo colaborativo entre todas las partes interesadas para impulsar reportes que realmente transformen el negocio.