Diego Hoter, cofundador y CEO de Ucrop.It; Leandro Sabignoso, CEO de Auravant; Julián Baldunciel, socio de Acronex, y Juan José Debuchy, fundador de Humber, participaron del panel con el tema "agrotecnología" conducido por Marina Paleo, redactora del diario El Cronista.

Ucrop.It es una plataforma que en forma asistida posibilita al productor y sus colaboradores a contar la historia de sustentabilidad de sus cultivos, Auravant brinda información detallada y precisa en ambientes agrícolas para tomar decisiones de negocios basadas en datos, Acronex es una empresa dedicada a la investigación y desarrollo tecnológico orientado al sector agrícola, y Humber es una aplicación para gestionar el transporte de productos agroindustriales. Todas, empresas que nacieron para aportarle al campo tecnología innovadora.

Aún antes de la pandemia, muchos economistas habían identificado a la automatización y la adopción de nuevas tecnologías como los principales motores del cambio en los procesos productivos ligados al campo. El productor rural fue considerando la utilización de nuevas herramientas para ahorrar costos y generar mejores resultados, escenario que la llegada del Covid-19 parecería haber acelerado.

"Creo que la pandemia aceleró todos los procesos de concientización de lo sustentable y lo remoto. En ambos casos el productor pudo alinearse hacia principios de sustentabilidad que hoy tienen valor e impacto en empresas del sector agrícola y fuera también, como bancos, aseguradoras, etc.", comentó Hoter de Ucrop.ItLas cuarentenas impuestas por la emergencia sanitaria obligó a modificar de forma súbita muchas rutinas de trabajo y, como en todo contexto de crisis, aparecieron nuevas oportunidades. "El trabajo remoto sin duda en pandemia fue una necesidad que terminó siendo un catalizador para que se adopte mucha más tecnología", afirmó Sabignoso desde Auravant. Y ahondó: "Finalmente lo que pasó fue que ante ese imperativo de seguir produciendo las herramientas digitales fueron necesarias para poder hacer frente a los desafíos, y a partir de allí, , y eso hizo que el último año se acelere muchísimo la digitalización del campo".

Diego Hoter, cofundador y CEO de Ucrop.It
Diego Hoter, cofundador y CEO de Ucrop.It

Las cuarentenas impuestas por la emergencia sanitaria obligó a modificar de forma súbita muchas rutinas de trabajo y, como en todo contexto de crisis, aparecieron nuevas oportunidades. "El trabajo remoto sin duda en pandemia fue una necesidad que terminó siendo un catalizador para que se adopte mucha más tecnología", afirmó Sabignoso desde Auravant. Y ahondó: "Finalmente lo que pasó fue que ante ese imperativo de seguir produciendo las herramientas digitales fueron necesarias para poder hacer frente a los desafíos, y a partir de allí, muchos que no consideraban a las herramientas tecnológicas como parte de su negocio se fueron dando cuenta de que a través de distintas propuestas podían mejorar mucho más la productividad y la ecuación económica, y eso hizo que el último año se acelere muchísimo la digitalización del campo".

Leandro Sabignoso, CEO de Auravant
Leandro Sabignoso, CEO de Auravant

"En nuestro caso los desafíos fueron varios. Estábamos en plena implementación de nuestra empresa en Brasil y a distancia pudimos generar el desembarco en abril de 2019. Gracias a la tecnología pudimos dar soporte a nuestros clientes con productividad y menos impacto para las personas. Un desafío que todavía se mantiene en pie y nos obliga a seguir pensando mejoras en lo que se refiere a la logística y entrega de productos", contó Julián Baldunciel, socio de Acronex.

Julián Baldunciel, socio de Acronex
Julián Baldunciel, socio de Acronex

En Humber coinciden en que la pandemia los obligó a repensar su organización, al igual que muchos productores a quienes les brindan servicio. "Creo que lo más importante fue puertas adentro. Antes íbamos a una oficina y nos trasladábamos muchos kilómetros que quizás no eran necesarios. Repensar la empresa fue clave y hoy nos animamos a hacer cambios que en otro momento no nos hubiésemos animado", aclaró.

"Administrar los productos fitosanitarios es hablar de mucho dinero. Registrar lo que se hace con esos insumos le da la posibilidad al productor de ahorar muchísimo dinero y poder resguardar en tiempo real toda esa información para poder analizarlo y compararlo.

Juan José Debuchy, fundador de Humber
Juan José Debuchy, fundador de Humber

Según estudios del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) la sostenibilidad es una medida de la probabilidad de que un uso particular de la tierra permanezca física, económica y socialmente adecuado o apropiado para un lugar en particular por un período significativo. Esta variable se ha convertido con los años en un valor intrínseco de los productos de segmento agroindustrial argentino que los mercados internacional miran con detenimiento y la tecnología, en gran medida, puede realizar un aporte sustancial para insuflar el concepto.

"La sustentabilidad fue muy importante en la pandemia. Tuvimos mucha demanda sobre trazabilidad de alcance sustentable, medición de huella de carbono e impacto. Lo que permite el blockchain es desentralizar las evidencias necesarias para hacer que la sustentabilidad se produzca. La sustentabilidad no es intrínseca a un cultivo, tiene que ver con cómo lo manejás. Hoy se puede realizar una "cryptoconfidencial cropstory" del cultivo con firmas de los procesos e identidad digital del productor que interviene y eso puede ser presentado ante una empresa que está buscando impactar un proceso o un producto con esa información", dijo Hoter.

"Administrar los productos fitosanitarios es hablar de mucho dinero. Registrar lo que se hace con esos insumos le da la posibilidad al productor de ahorar muchísimo dinero y poder resguardar en tiempo real toda esa información para poder analizarlo y compararlo. Para la Argentina es clave la digitalización de la agricultura porque el mundo no nos cree nada", coincidió Baldunciel.

El campo genera una variedad y cantidad de información que hoy, sobre la base de tecnología aplicada, puede medirse y estudiarse. Al respecto, Sabignoso comentó que "los datos vienen de diferentes fuentes como imágenes satelitales, drones, mapas de suelos y de cosechas, y también información meteorológica. Hay dos cosas que nos piden los usuarios y es transparencia y control de esos datos. Estamos poniendo mucho foco en eso".

"El gran desafío que tiene la logística ligada al campo es dar esa última milla de trazabilidad. Poder auditar los procesos y que esa información se pueda compartir y que sea transparente", cerró Debuchy.