Puede sonar a noticia vieja pero no lo es: la Escuela de Negocios para Graduados (GSB, en inglés) de Stanford es otra vez la escuela de negocios número 1 en el ránking anual de programas MBA de jornada completa. La GSB domina en dos de los cinco índices clave; es primera en redes y emprendimiento.
En vista de que la tecnología y especialmente la inteligencia artificial son prioridad entre los graduados de MBA, las escuelas que más se identifican con la tecnología emergente siguen imponiéndose en las listas.
El negocio de la educación empresaria afronta más dificultades que nunca. En programas que se ufanan de conseguir sueldos iniciales promedio de al menos u$s 140.000, los graduados de este año, más que los del año pasado, debieron esforzarse para conseguir trabajo dentro de los tres meses posteriores a haber culminado el programa.
Solo dos entidades -Columbia y la escuela Foster de la Universidad de Washington- mejoraron en ese aspecto frente a 2024, indican datos de la Alianza de Empleadores y Servicios de Carrera en MBA, una asociación de profesionales en servicios que rastrea e informa sobre las tendencias laborales de los MBA. La escuela Goizueta de Emory (16 en el ránking) registró que el 79% de sus graduados aceptaron ofertas laborales pasados 90 días de la graduación, frente al 96% verificado en 2024. Tal como lo demuestra el análisis de rendimiento contra inversión, los salarios tras la graduación se estancaron, y sólo avanzaron un 1,7% desde el año pasado.
Por más internacionales que puedan ser esos problemas, su presencia se hace más notoria en los programas norteamericanos. A fines de mayo, el gobierno de Trump se enfrentó con Harvard (4° en el listado) y otras universidades por cuestiones de diversidad e inscripciones internacionales entre otras. "Bloquear la circulación de estudiantes, académicos socava los cimientos de la erudición global", declaró en mayo Emmanuel Metais, decano de la Escuela de Negocios Edhec de Niza, Francia (puesto 15 en Europa y Medio Oriente). "Debilita el intercambio académico y transmite un mensaje erróneo sobre el valor de la apertura en la educación y los negocios".
Otras escuelas ofrecieron un apoyo más tangible. La Insead, por ejemplo, en Fontainebleau, Francia (puesto 5 en Europa), extendió a finales de julio su plazo final para solicitar un MBA y reabrió las becas para apoyar a los futuros estudiantes. El decano Francisco Veloso reconoce que existe una oportunidad para la escuela; en última instancia, se trata de atraer a los mejores estudiantes y apoyar la educación en general, dondequiera que se lleve a cabo.
La escuela de negocios de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (2° en Asia) invitó a los estudiantes internacionales por licenciarse o ya graduados de Harvard a postularse mediante un proceso simplificado. "A medida que la economía global se reestructura, las escuelas de negocios locales están siendo reconocidas por su enseñanza de primer nivel y desempeñan un papel importante en el aporte de talento de MBA a empresas que operan en Asia", señaló Stephen Shih, decano de la Hkust.
A pesar de la tensión que sienten los decanos, también hay un sentido de anticipación. "Mucha gente lleva años hablando de que el siglo XXI será el siglo asiático. Y parece que se está materializando -agregó Shih-. Existe la sensación de que el vaso está más lleno que vacío. Cada vez hablo con más solicitantes de Asia porque ven aquí sus mejores perspectivas profesionales. Esto constituye un cambio significativo respecto a hace tan solo unos años".
Todo esto lleva a una gran pregunta: ¿Estamos en un punto de inflexión en el que las fuerzas dominantes en la educación empresarial de posgrado se desplazan desde EE.UU. al exterior?
Metodología
La clasificación se basa en cinco índices que captan elementos fundamentales de la formación y el desarrollo profesional de las escuelas de negocios: compensación, aprendizaje, redes, emprendimiento e inclusión. Se solicita a estudiantes, exalumnos y empleadores que clasifiquen los cinco factores más importantes al considerar una escuela de negocios (o, para los empleadores, las cualidades más importantes al contratar a sus graduados). Las respuestas de la encuesta determinan la ponderación relativa de los índices. Las escuelas también proporcionan sus propios datos.
