

En el corazón de Los Cabos, antiguos pueblitos como San Lucas y San José, en los que el de-sierto y el mar conviven con una riquísima historia, son algunas de las estrellas dentro de los destinos turísticos mexicanos. Ofrecen al visitante no sólo lujosos hoteles y campos de golf, sino también playas de arenas blancas y todo el encanto colonial de sus años dorados.
Basta pasearse por allí a la hora del alba, bajo el sol del Caribe que comienza a desperezarse sobre la orilla, cuando los pescadores de Cabo San Lucas inician una vez más sus tareas. Hay una calma que lo invade todo, aunque hasta hace pocas horas la música sonaba con fuerza en bares y discotecas invadiendo estas mismas calles desiertas de actividad y rumores nocturnos. Es que a pesar de ser uno de los destinos turísticos más concurridos de la costa pacífica mexicana, esta pequeña población situada en el extremo de la Península de California no olvida sus orígenes humildes y su tradicional economía basada en la riqueza del mar.
Paradójicamente, ese mismo mar turquesa es el que ahora provee a sus habitantes de un nuevo capital, pero esta vez lejos de redes y pangas (sus particulares botes artesanales) y mucho más relacionado con el turismo. Por eso, tanto Cabo San Lucas como San José del Cabo, la simpática capital regional y complemento natural de este pueblo devenido en centro vacacional, han visto sensiblemente modificado su aspecto, y desde hace un tiempo el camino que las une a lo largo de la ribera, la Carretera Peninsular, está poblado de grandes hoteles, resorts cinco estrellas y espectaculares campos de golf. Sin embargo, el primitivo encanto de esta zona que conjuga desierto y océano todavía puede encontrarse intacto en sus increíbles cuevas con pictogramas, en los restos de las misiones que se instalaron en el siglo XVII, y en los bellísimos edificios coloniales de San José. Y también en las playas, blanquísimas y abiertas, sacudidas de tanto en tanto por la presencia de singulares acantilados.
Aunque se trata de un sitio que propicia el descanso, la estadía en Los Cabos no significa de ninguna manera inactividad, ya que no es sólo un lugar con bellas playas sino que ofrece mucho más; desde deportes acuáticos y excursiones al aire libre hasta destacadas experiencias gastronómicas. Por ejemplo, una compleja fauna marina y numerosas cavernas y arrecifes han convertido a este sitio en destino internacional de buceo.
En la costa, las gigantescas dunas de arena se pueden recorrer en 4x4, y también es posible observarlas desde lo alto, "volando" en un paracaídas impulsado por un bote. Además, los amantes de la naturaleza y del bird-watching no deben dejar de visitar el Estero San José, una reserva natural que alberga a más de 250 especies de aves.
Claro que entre los deportes más practicados se encuentra el golf y, desde hace varios años, Los Cabos es un refugio para fanáticos de esta actividad, y un destino habitual para expertos. Posee varios courts profesionales en los que periódicamente se organizan torneos de nivel mundial, y otros con diferentes grados de dificultad que comparten un rasgo en común: la apasionante geografía de la zona, en la que piedras, cactos, mar e intensos mantos verdes se combinan para crear escenarios inigualables.
Al atardecer, ya sea en uno de los tantos yates y pequeñas embarcaciones que alberga la marina local o en las terrazas de los bares y restaurantes que descansan sobre la playa, da la sensación de que la intensidad del día se apagará en una imagen de incontenible belleza.
Isla Mujeres, paraíso maya
A solo 20 minutos de Cancún, Isla Mujeres es un destino excelente para relajarse en medio de un mar transparente, una vegetación exuberante y los mejores servicios hoteleros de la región. Este sitio creció como una excursión para los visitantes que llegaban a Cancún pero, cada vez con más peso propio se fue separando de esa condición.
La isla tiene ocho kilómetros de largo y unos 800 metros de ancho, y su mayor parte está cubierta por densa vegetación que compite en belleza con el agua verdosa y cálida. Unos pocos hoteles y villas se levantan para atender a los viajeros, poblados de la amabilidad de sus empleados, muchos de ellos miembros del pueblo maya que desde siempre habitó la isla. El hecho es que allí, donde los indígenas levantaron un templo a la diosa Ixchel y los españoles bautizaron Isla de las Mujeres, cualquiera puede pasearse en absoluta paz, dentro y fuera del agua. La actividad por excelencia es el buceo y sus derivados, especialmente en los alrededores del Parque Nacional Garrafón, al sur de la orilla oeste.
Para alojarse existen varias alternativas. Tal vez la mejor opción para quien busca desconectarse sea Na Balam, un hospedaje con 31 habitaciones, frondosos jardines, buena cocina nativa y un interesante menú vegetariano gourmet. z weDatos útilesEl aeropuerto más cercano para visitar Los Cabos es Acapulco.
LAN tiene vuelos a ese aeropuerto por alrededor de u$s 2000.
Tanto en Los Cabos como en Isla Mujeres hay hoteles para distintos presupuestos, con precios base que rondan los u$s 250 la noche.
Entre los mejores están:
l Las Ventanas Al Paraiso
(www.rosewoodhotels.comHotel Casa Natalia
(www.casanatalia.com)
l Capella Pedregal
(www.capellacabo.com)
Información turística de México: www.visitmexico.com










