l A menos de un año del inicio de la Copa, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrentan desde el Gobierno de Brasil como organizadores?

- Cuando faltaba menos de un año para la Copa Confederaciones, también nos preguntaban sobre los principales desafíos y si conseguiríamos superarlos. La Copa se realizó con buen nivel de organización. Las delegaciones fueron bien recibidas, tuvieron buenas condiciones de entrenamiento y alojamiento. Los partidos transcurrieron en paz. Ahora tenemos un año para corregir eventuales errores y mejorar lo que ya funciona. Vamos a superar el desafío de tener buenos sistemas de transporte, buenas condiciones de movilidad urbana y plena seguridad y confort para quien se dirija a Brasil a competir, o simplemente para ver los partidos.

l ¿Por qué cree que hay tanta diferencia entre las estimaciones de gastos oficiales y las de universidades e informes privados?

- Quien realiza el seguimiento diario de las inversiones públicas en la preparación de la Copa 2014 es el Gobierno, que también confiere total transparencia al uso del dinero público. Cualquier ciudadano, en cualquier lugar del mundo, disponiendo de acceso a Internet, puede seguir las inversiones del Gobierno. No conozco los métodos de cálculo usados por otros órganos, salvo aquellos de los sectores de fiscalización y control del Estado.

l ¿Qué le responde a los manifestantes que critican que el gasto se destine a la Copa y no a sectores prioritarios como Salud o Educación?

- Brasil no se está preparando para la Copa sacando dinero de Salud y de Educación. Desde 2007, cuando conquistamos el derecho de ser sede del campeonato mundial de selecciones, hasta ahora, las inversiones en Salud y Educación suman R$ 756.800 millones. En la Copa, hasta ahora, invertimos R$ 28.000 millones y podemos llegar a los R$ 33.000 millones. Y esas inversiones financian, también, obras de infraestructura urbana, sistemas de telecomunicaciones, reformas de puertos y aeropuertos. Los manifestantes no salieron a las calles simplemente porque están en contra de las inversiones para preparar la Copa Mundial. Los brasileños lucharon para consolidar la democracia, para transformar al país en la sexta economía del mundo. En los últimos 10, 12 años, más de 40 millones de brasileños subieron por lo menos un peldaño en la escala social. Esa gente, ahora, desea garantizar que no haya retroceso en ese avance y quiere garantizar mejores servicios públicos, asistencia médica, escuelas, seguridad.

l ¿Cómo se encuentran las obras de los seis estadios y los aeropuertos cuya construcción aún falta finalizar? ¿Se cumplirá con los tiempos previstos por la FIFA?

- Los seis estadios que aún están en obras estarán listos en diciembre. Las obras de los aeropuertos, que van a garantizar la capacidad de atención al doble de la demanda esperada, concluirán en mayo de 2014.

l ¿En algún momento la FIFA barajó la posibilidad de cambiar la sede del Mundial a otro país?

- Nunca hubo la menor posibilidad de que la Copa 2014 fuese llevada a otro país. Aunque por todo lo que significa -en términos económico-financieros ser la sede de éste, que es el mayor evento deportivo del mundo-muchos países deben estar interesados en un cambio de planes de la FIFA. Pero Brasil es muy importante y los brasileños son muy competentes. La FIFA nunca pensó en algo de esa naturaleza.

l Uno de los problemas estructurales de la economía de Brasil es su falta de competitividad, sobre todo en infraestructura ¿Qué efecto tendrá la organización del Mundial en este aspecto?

- La mayoría de las obras de infraestructura que se están ejecutando ahora sería ejecutada con o sin la Copa Mundial. Brasil creció mucho en los últimos años. Más personas utilizan automóvil, se desplazan en transporte colectivo, viajan en avión, más gente llegó al mercado de consumo. Todo eso exige la modernización de los sistemas viales y de los servicios públicos y privados. La Copa hizo acelerar las inversiones en esos sectores. Luego del Mundial, nuestras ciudades estarán mejor.

l Cómo cree que las actuales manifestaciones callejeras impactan en la imagen del país?

- Las manifestaciones populares crean preocupaciones al Gobierno, que precisa luchar para atender las reivindicaciones de la población. Pero Brasil es demasiado grande, es uno de los protagonistas principales en las relaciones internacionales para ser impactado negativamente por manifestaciones populares. Todo lo contrario. Las personas en las calles, pidiendo mejores condiciones de vida, muestran la consolidación de nuestra democracia y el respeto que tenemos por las leyes y por los derechos de todos.

l Buenos Aires acaba de ser elegida sede de los JJOO de la Juventud 2018 y la Argentina es candidata para organizar el Mundial 2030 con Uruguay. ¿Tiene algún comentario al respecto?

- Ambos ya fueron sede de Mundiales. Y ganaron. Son dos grandes países y no encontrarán secretos para organizar el torneo. Lo que tendrán, como cualquier país que es sede de una Copa, es mucho trabajo. Y, con seguridad, contarán con todo el apoyo de Brasil. z we